Un estudio descarta que las personas depresivas recurran al alcohol para automedicarse o sentirse mejor.
Un reciente estudio parece desmentir el mito que la depresión conlleva a la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, pues un grupo de investigadores descubrió que sucede todo lo contrario, pues es el consumo abusivo de alcohol el que aumenta el riesgo de padecer dicho desorden psiquiátrico,
El trabajo, a cargo de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) publicado en la revista "Archives of General Psychiatry", describe que existe una relación unidireccional entre el consumo de alcohol y el riesgo de padecer una depresión severa, descartándose la asociación entre la existencia de una depresión y un consumo posterior.
De esta manera, los científicos descartan que las personas depresivas recurran al alcohol para automedicarse.
El equipo investigador estudió las relaciones entre alcohol y depresión en 1.055 individuos nacidos en 1977 cuando éstos tenían de 17 a 18 años, de 20 a 21 y de 24 a 25 años.
Entre los participantes que tenían de 17 a 18 años, un 19,4 por ciento presentaba problemas con el alcohol y un 18,2 por ciento padecía depresión severa.
Cuando tenían de 20 a 21 años el 22,4 por ciento de los individuos presentaba desórdenes alcohólicos y el 18,2 por ciento depresión, mientras que en el último tramo de edad, de 24 a 25 años, el 13,6 por ciento de los individuos tenía problemas con el alcohol y el 13,8 por ciento padecía depresión.
En todas las edades estudiadas, el abuso de alcohol estaba relacionado con un incremento del riesgo de sufrir depresión severa.
Los individuos con dependencia alcohólica tenían una probabilidad 1,9 veces mayor de desarrollar una depresión severa en comparación con los que no bebían.
El equipo también apunta que la probabilidad de padecer una depresión es mayor debido al estrés que sufre una persona alcohólica, que puede tener problemas sociales, financieros e incluso legales.
EFE
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