Parece muy improbable que la actividad sexual sea relevante a la hora de desencadenar un ataque cardíaco, sugiere el estudio.
El sexo raramente provoca infartos y la mayoría de las personas que sufren un ataque al corazón puede retomar su actividad sexual, según un estudio divulgado este lunes por la revista estadounidense Journal of the American College of Cardiology.
Muchas de las personas que han sufrido un infarto se preguntan si es seguro practicar sexo de nuevo, una incertidumbre para la que esta investigación da respuesta: la actividad física que implica la actividad sexual es comparable con subir dos escaleras largas o dar un paseo a buen ritmo.
"Según nuestros datos, parece muy improbable que la actividad sexual sea relevante a la hora de desencadenar un ataque cardíaco", consideró en un comunicado Dietrich Rothenbacher, el investigador principal del estudio y profesor del Instituto de Epidemiología y Biometría Médica de la Universidad de Ulm (Alemania).
"Menos de la mitad de los hombres y menos de un tercio de las mujeres reciben información de sus doctores sobre actividad sexual después de un ataque al corazón. Es importante asegurar a los pacientes que no tienen que preocuparse y que pueden retomar su actividad sexual con normalidad", añadió.
Para elaborar este estudio, Rothenbacher y su equipo estudiaron las respuestas de 536 personas, de entre 30 y 70 años, que habían sufrido un infarto en un cuestionario en el que se les preguntaba por su actividad sexual en los doce meses previos al ataque.
Los científicos también evaluaron la relación entre el último encuentro sexual del paciente y el momento del infarto: solo el 0,7% tuvieron sexo una hora antes del ataque y el 78% mantuvo su última relación sexual más de un día antes del suceso.
EFE
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