La genética y los estilos de vida son claves para determinar la manera en la que nuestro cuerpo comienza a envejecer, una situación que afecta a todos sin distinción. Conoce las cinco señales que nuestro cuerpo brinda sobre el paso del tiempo.
Envejecer es inevitable. Desde que nacemos nuestro cuerpo comienza a deteriorarse ─en algunos más lento que en otros─ y comienza su camino hacia la vejez. Este campo de estudio fue el analizado por el doctor Manuel Serrano, miembro del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España, quien enumeró junto a su equipo las principales señales de nuestro cuerpo que dan cuenta del paso de tiempo, a nivel biológico.
"Son factores inevitables. Pueden ser más o menos acusados en unas personas por su estilo de vida o por su genética, pero en mayor o menor medida están ocurriendo siempre", comenta.
De acuerdo con el estudio "Las señales del envejecimiento", siete son los factores que evidencian el envejecimiento en el organismo de los mamiferos y seres humanos.
1. NUESTRO ADN REGISTRA LOS DAÑOS
El envejecimiento se acumula en cada célula de nuestro cuerpo a nivel cromosómico como "errores" que forman parte de una inestabilidad a nivel de genes. Esos errores no permiten que se renueven tejidos.
Uno de los factores de riesgo para la acumulación de esos daños es la sobreexposición a la luz solar y sin protección. Karen Bustamante, especialista en medicina antienvejecimiento y longevidad, explica que con el paso del tiempo la piel se veuelve más vulnerable al fotoenvejecimiento. “El sol provoca que la piel pierda su elasticidad, el tono y la firmeza porque forma radicales libres en el tejido, que predispone a que la piel se deteriore con mayor intensidad”, comenta.
2. CROMOSOMAS SIN PROTECCIÓN
Nuestro ADN está repartido a lo largo de nuestro cuerpo en cadenas. A los extermos se ubican los telómeros, capas protectoras que con el paso del tiempo se van desgastando evitando que se repliquen de manera correcta. Esa anomalía, de acuerdo a algunas investigaciones, sería uno de los orígenes de enfermedades degenerativas como fibrosis pulmonar o anemia aplásica.
3. NUESTRAS CÉLULAS NO SE RENUEVAN
Con el paso del tiempo, nuestro organismo pierde la capacidad de renovar de manera continua nuestras células y acumulando los componentes dañados de nuestras células.
Además, a nivel de los genes estos se muestran con ciertas alteraciones en su expresión haciendo que se comporten de manera extraña.
4. LAS MITOCRONDRIAS NO FUNCIONAN MÁS
Nuestras células están compuestas por algunos orgánulos encargados de la respiración celular. Con el paso del tiempo, estas pierden su capacidad de brindar energía a la célula y no funcionan eficazmente. Por otra parte, al envejecer, las células dejan de procesar grasas y azúcares promoviendo el riesgo de padecer enfermedades como diabetes.
5. LAS CÉLULAS MADRE SE AGOTAN
El envejecimiento a nivel biológico se evidencia cuando las células madre no pueden cumplir con su función regenerativa. Además, las otras células pierden su capacidad para comunicarse lo que ocasiona inflamaciones y pérdida del control de alerta frente a agentes patógenos y células malignas.
Las células madre se han convertido, en años recientes, en un campo de investigación médico de gran potencial para encontrar la cura a ciertas enfermedades. Sin embargo, y pese a su función en nuestro organismo, la investigación de estas células está aún en una etapa experimental.
Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias, comenta los avances. "Las células madre tienen un potencial enorme, pero solo está probado su uso para el tratamiento del paciente que ha sufrido un infarto cardiaco. Sirven para regenerar células cardíacas, otros casos no tienen sustento científico",
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