No solo la concentración de azúcares y grasas hace que algunos alimentos sean más adictivos que otros, sino que el hecho de que se absorban muy rápidamente y lleguen de la misma forma a la sangre, influye en su adictividad.
¿Son todos los alimentos igual de adictivos? Claro que no. Aquellos que contienen azúcares y grasas son más propensos a ser adictivos. Por ejemplo, un plato de brócoli no genera la misma adicción que una pizza con gaseosa.
Pero ¿por qué unos alimentos son más adictivos que otros? Según Fernando Rodríguez de Fonseca, coordinador de la Red de Trastornos Adictivos del Instituto de Salud Carlos III, “tiene mucho sentido desde el punto de vista fisiológico. Cuando tengo hambre, voy a buscar una comida más calórica, como las que tienen azúcares o grasas, que me satisfaga más rápido y con mayor intensidad”.
Por otro lado, el sistema de aprendizaje y recompensa del cerebro es muy caprichoso y prefiere las comidas ricas en azúcares refinados y mezcla de distintas grasas que no se encuentran fácilmente en un alimento natural. Quizá por ello, los alimentos procesados sean más adictivos.
En ese sentido, científicos de la Universidad de Michigan y del 'New York Obesity Research Center', ambos de Estados Unidos, elaboraron una lista en la que mencionan los alimentos más adictivos, aquellos que al consumirlos producen una activación en distintas regiones del cerebro, similares a la de los drogadictos.
Para averiguar cuáles eran los alimentos que más adicción producían, los investigadores americanos realizaron un experimento con 120 voluntarios a quienes se les pidió que clasificaran 35 alimentos por su capacidad adictiva. Los resultados revelaron que los alimentos con mayor índice glucémico y grasas, se asociaban a una mayor frecuencia de comportamientos similares a la adicción de los drogadictos.
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