Según un estudio, algunos de estos contaminantes ambientales son sustancias que se hacen pasar por hormonas y confunden al organismo desatando desarreglos metabólicos
La contaminación no solo está asociada a un mayor riesgo de sufrir infartos, problemas respiratorios o desarrollaras tumores. Un estudio del Centro de Investigación Biomédica de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) de España, sostiene que esta condición predispone a la obesidad.
En concreto, determinados compuestos químicos, presentes en el medio ambiente asociados a pesticidas e insecticidas, pero también a perfumes, plásticos o cosméticos predisponen a que las personas tengan un mayor peso.
Según el estudio, algunos de estos contaminantes ambientales son sustancias que se hacen pasar por hormonas y confunden al organismo desatando desarreglos metabólicos que modifican los procesos de acumulación de grasa en el cuerpo.
Entre ellos se encuentran los llamados compuestos orgánicos persistentes (cop), sustancias químicas con elevada resistencia a la degradación, que se acumulan en la cadena alimenticia y que al ser liposolubles, se concentran en las grasas.
Por ello, los investigadores destacan que estos compuestos “no solo engordan, también enferman”. Y los vinculan con dos trastornos muy relacionados con la diabetes: el síndrome metabólico y la presión arterial elevada, publicó la Revista Española de Cardiología.
Sin embargo la industria del plástico niega que sus productos causen sobrepeso. Tal es el caso de PlasticsEurope, una asociación de fabricantes de materia prima plástica, que sostiene que el citado informe solo está basado en un pequeño número de estudios, por lo que es imposible aplicar estas conclusiones a seres humanos, informa el diario El País.
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