La exposición de la mujer al cigarrillo electrónico durante el período de gestación "altera el desarrollo del cerebro".
Las mujeres embarazadas que fuman cigarro electrónico podrían estar poniendo en peligro la formación del celebro del feto, según un estudio presentado este jueves en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) en Washington.
La exposición de la mujer al cigarrillo electrónico durante el período de gestación "altera el desarrollo del cerebro", en concreto, "del córtex frontal", explicó la doctora Judy Zelikoff, del departamento de medicina ambiental en la Universidad de Nueva York.
La razón es que los cigarrillos electrónicos tienen unos componentes que "afectan a los genes" de los que depende la formación del área del celebro donde residirá "el conocimiento y el juicio", señaló la doctora Zelikoff.
En sus ensayos de laboratorio, siempre con animales, la investigadora apreció que los cigarrillos electrónicos producen más efectos secundarios en hembras que en machos.
"Cambios de comportamiento, de actividad y de movilidad" fueron las consecuencias ocasionadas por el cigarrillo electrónico, así como por otras alternativas a la nicotina corriente, englobadas en el estudio dentro del término "tabaco sin humo", explicó Zelikoff.
Además, el tabaco sin humo causó problemas hepáticos y cardíacos en ratones adultos que habían sido expuestos a este producto mientras se encontraban en fase de gestación.
La creciente popularidad de productos de tabaco alternativos entre los jóvenes en edad reproductiva, que los consideran una alternativa segura, motivó el inicio de este estudio.
"La ciencia va un paso por detrás de la fabricación de los productos. Hemos de alcanzarlos", indicó la doctora.
"El peligro de los cigarros durante el embarazo ya es conocido -agregó-, pero el desconocimiento de los cigarrillos sin humo los hace aún más dañinos".
Los científicos admiten que aún se tiene que demostrar que lo observado en ratones se pueda trasladar a los humanos. EFE
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