Las hepatitis B y C son enfermedades graves que pueden contraerse por utilizar instrumentos que deberían de ser de uso personal.
Enfermedades tan graves como las hepatitis B y C es pueden contraerse por el uso de instrumentos que deberían de ser de uso personal, pero que la gente comparte sin tener en cuenta el peligro al que se exponen, explicó la especialista de la Unidad de Hígado del Hospital Arzobispo Loayza, Adelina Lozano.
Explicó que, por ejemplo, un cortauñas infectado, una rasuradora en esas mismas condiciones o por compartir los utensilios para las tan populares manicures y pedicures, pueden ser medios de contagio.
Lozano explicó que la diferencia entre las hepatitis B y C es el tipo de virus que la causa y que en el caso de esta última no hay vacuna, debido a que una fracción de este es mutante, al igual que el virus que causa el Sida. La hepatitis C también es crónica y puede provocar cirrosis y cáncer de hígado, indicó la médico.
Precisó que si la hepatitis B se contrae en fase adulta solo a un 10 % de los pacientes se le hace crónica y derivará hacia la cirrosis, en cambio si se trata de la hepatitis C, el 80 % lo hará crónica y puede llegar a la cirrosis. En caso se contraiga más allá de los 40 años, el riesgo de desarrollar fibrosis es mayor.
Dijo que existe también la hepatitis autoinmune, poco conocida pero igualmente peligrosa si no se detecta a tiempo, una enfermedad que se hereda no necesariamente de los padres sino también de algún miembro de la familia.
La especialista detalló que este mal ataca generalmente a mujeres jóvenes que si son tratadas a tiempo pueden ser controladas. De lo contrario, la mortalidad es alta porque este mal puede derivar en cirrosis.
Y también está la hepatitis A que contraen generalmente los niños por algunas costumbres antihigiénicas y que no deja huella en el hígado, por lo cual no es peligrosa.
En nuestra galería de fotos te damos más detalles brindados por la experta.
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