La hipertensión arterial es una enfermedad denominada silenciosa, ya que no presenta síntomas específicos que hagan suponer su presencia por ello es muy importante controlarla.
La prevalencia a nivel mundial ha ido aumentando progresivamente, estimando que para el año 2025 la padecerían 1.500 millones de personas.
Y según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del año 2014 (ENDES 2014), el 14.6% de las personas de 15 años a más tenía presión arterial elevada, siendo más frecuente en hombres (18.5%) que en mujeres (11.3%). Además, encontró que solo el 10.3% de estos fueron diagnosticados por un médico. De este total de diagnosticados, el 60.3% recibe tratamiento.
A propósito del Día Mundial de la Hipertensión te presentamos información relevante que proporciona el Ministerio de Salud (Minsa):
Enfermedad crónica. Consiste en el incremento constante de la presión sanguínea en las arterias. Una persona es hipertensa, si su presión arterial es igual o mayor a 140/90 mmHg en dos o más oportunidades. El valor ideal es 120/80 mm/Hg.
Hipertensión arterial primaria. Se presenta en la mayoría de los pacientes (95 %). Aunque no tiene causa identificable, está relacionada a factores hereditarios y a estilos de vida inadecuados, como la mala alimentación y el sedentarismo.
Hipertensión arterial secundaria. Tiene una causa identificable, a veces tratable, como las enfermedades endocrinas.
Hipertensión y embarazo. La hipertensión arterial es la segunda causa de muerte materna en el Perú, según el Minsa. A veces la hipertensión en el embarazo se asocia a un cuadro clínico llamado "preeclampsia", una complicación muy peligrosa, por lo que debe diagnosticarse y tratarse rápidamente, ya que en casos severos pone en peligro la vida del bebé y de la madre.
Factores de riesgo. Antecedentes familiares, consumo de tabaco, sedentarismo, obesidad, colesterol elevado, estrés, depresión, diabetes, etc.
Signos de alerta. Aunque en el 80 % de los casos no presenta síntoma, puede provocar dolores de cabeza, zumbido de oídos, mareos, visión borrosa o sangrado por la nariz.
Complicaciones. Infarto cardíaco, derrame cerebral, daño ocular, insuficiencia renal y disminución del deseo sexual, debido a la medicación para controlar la hipertensión.
Prevención. Mantener el peso ideal, actividad física al menos 30 minutos al día, reducir el consumo de sal (menos 5 gramos al día, es decir, una cucharita de café al día) y grasas, evitar el consumo de alcohol, eliminar el consumo de tabaco y gestionar el estrés de forma saludable, mediante meditación y relaciones sociales positivas.