Ministerio de Salud de ese país retoma directiva de la OMS para evitar más emisiones de mercurio en el ambiente.
Los hospitales y centros de salud públicos argentinos dejarán de utilizar termómetros y tensiómetros que contengan mercurio. Así lo dispuso el Ministerio de Salud de ese país que retoma una directiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta medida se basa, según la entidad estatal, en que los centros de salud constituyen una de las principales fuentes de liberación de mercurio en la atmósfera por las emisiones causadas por la incineración de desechos médicos y los derrames de mercurio metálico, especialmente el utilizado en la confección de molduras dentales.
La ministra de Salud de ese país, Graciela Ocaña afirmó que es función de la entidad estatal velar por la disminución de la exposición a peligros.
"El mercurio es un metal pesado de potencial de alto impacto tóxico en ecosistemas, en los que cumple un ciclo bioquímico que da por resultado la presentación de varios compuestos capaces de interactuar con elementos del medio físico y la biota, con resultados negativos", manifestó el ministerio, según medios locales.
Asimismo, Ocaña recordó que el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) "concluyó que hay suficiente evidencia sobre los impactos globales adversos del mercurio como para requerir acciones internacionales para reducir el riesgo para los humanos y la vida en general por las emisiones de mercurio al ambiente".
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