La sudoración y la humedad favorecen la formación de hongos. Tenemos partes del cuerpo más vulnerables, que podemos proteger.
Los hongos figuran entre esos males que se están haciendo resistentes debido a la automedicación. Eso explica que algunas personas vivan en una continua lucha por evitar el contagio, y el verano les representa un periodo de mayor angustia porque buscan esconder la evidencia de una enfermedad que ataca principalmente la piel, las uñas y el cuero cabelludo, al menos cuando el calor se impone.
Las piscinas más que las playas, representan un mayor riesgo de infecciones por hongos, advierte la dermatóloga de EsSalud Giuliana Nieto, quien nos señala los casos más frecuentes:
'Pie de atleta'. La sudoración y la humedad favorecen la formación de hongos en esta parte del cuerpo, que se caracteriza por la descamación de la piel, la maceración en los entrededos, rojez y picazón.
La Pitiriasis versicolor. Es un tipo de micosis que se presenta en la parte superior de la espalda, por llevar el cabello mojado. Se manifiesta con manchas blancas medio redondeadas.
Infección fúngica de las uñas. Provoca que estas se engrosen y se tornen descoloridas y frágiles, con pedazos que se rompen.
En las manos. Las personas con sudoración excesiva que trabajan en restaurantes y están en constante contacto con agua, son más propensas a contraer hongos. En estos casos se sugiere el uso de guantes, el lavado de manos con un jabón de avena o glicerina y secarse bien.
Candidiasis vaginal. Ocurre por múltiples causas, pero es más común en personas inmunodeprimidas. "Una mujer puede presentar hongos sin saber que es diabética, ese es un signo de alerta", dice la dermatóloga. El cambio del PH vaginal por el ingreso a la menopausia o si se toman demasiados antibióticos también bajan las defensas y favorece el contagio.
Tinea capitis. Los niños con frecuencia contraen hongos en el cuero cabelludo, debido al sudor en la cabeza.
Otras zonas más vulnerables de nuestro cuerpo están en los pliegues, como el ingle, las axilas o debajo de las mamas.
Más propensos. Los deportistas, las personas inmunodeprimidas como los diabéticos o los pacientes oncológicos que tienen las defensas bajas debido al cáncer. Pero la automedicación, es decir, el uso de fármacos no adecuados, hace más resistentes los hongos en piel y uñas.
"Lo correcto es acudir al dermatólogo para hacer raspado de uña y piel, hacer un cultivo para detectar qué tipo de hongo y qué medicamento es adecuado", aclara Nieto.
Medidas preventivas:
- Usa sandalias para el ingreso a las piscinas e incluso para ducharse en casa o en hoteles.
- Seca las toallas poniéndolas al sol.
- Desinfecta la ducha con detergente y lejía.
- Sécate bien los pies y los entrededos.
- Utiliza prendas de algodón o de hilo que, a diferencia del material sintético, evitan la sudoración excesiva.
- Cambia de zapatos constantemente, ten al menos dos pares de calzados.
- No prestes tu ropa ni tu traje de baño para evitar contagios.
Remedio casero. Una cucharada de ácido acético (vinagre blanco) en medio litro de agua sirve para tener una solución en la cual lavar los pies. "El cambio del PH de la piel propicia que los gérmenes mueran".
Tratamiento. Los medicamentos antimicóticos para piel y uñas pueden ser tópicos (cremas) u orales (píldoras y cápsulas), pero hay están contraindicadas para personas con problemas al hígado o mujeres gestantes.
A nivel de piel pueden verse mejorías en 7 a 14 días, mientras que en uñas los avances se notan en un periodo de tres meses a un año.
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