Ser optimistas es una manera de afrontar un futuro incierto.
Cada vez que la Selección Peruana de Fútbol gana un partido, el ambiente cambia en la sociedad. Nos sentimos más felices, más solidarios y más optimistas. A pesar de que el triunfo pueda durar apenas días nos convencemos de que esta vez, tan solo ésta vez, la historia puede ser diferente.
El optimismo tiene una importante razón de ser. Más que una emoción, es una manera de explicar y entender la realidad. Frente a un problema, una persona optimista espera que sucedan cosas buenas, independientemente de las habilidades de uno mismo.
“Tanto el optimismo como el pesimismo tienen que ver con el futuro. Nos ayudan a manejar nuestras expectativas y las próximas acciones que debemos realizar”, explica la investigadora Cade Massey en la revista Psicología Hoy.
Debido a que el mundo es impredecible, continuamente generamos escenarios mentales sobre cómo las cosas se van a desarrollar, y los pintamos con colores claros de felicidad y esperanza o tonos oscuros de pensamientos negativos. ¿Por qué no simplemente concebimos el futuro de manera neutral? La respuesta es la motivación.
Por ejemplo, al emprender un nuevo negocio necesitamos ser optimistas y pensar que todo va a salir bien con el fin de tener la energía suficiente para trabajar largas horas, hacer incontables trámites y lidiar con las pérdidas normales de los primeros meses.
Asimismo, desde el punto de vista neurológico, se ha probado que las personas optimistas utilizan más el hemisferio izquierdo del cerebro. Aunque trillado, el ejemplo del “vaso medio lleno” es científicamente correcto. Según el investigador británico David Hecht, las personas optimistas seleccionan la información positiva del ambiente e ignoran los datos negativos que no tienen concordancia con la visión positiva que quieren mantener.
Un hincha optimista tendrá muy en cuenta que Perú está jugando muy bien en los últimos encuentros. Además, puede considerar que el nivel de los jugadores peruanos es elevado, razón por la cual darán un buen partido. Sin embargo, una persona pesimista tendrá en cuenta otros aspectos; por ejemplo, que el rival sea técnicamente superior, tenga jugadores que son estrellas internacionales o que el rival disponga de muchos más puntos que la selección peruana.
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