Según estudio, las emociones negativas sí permiten que los fanáticos del fútbol puedan disfrutar el juego. Perú y Brasil disputan un partido crucial.
La victoria 4-1 de Perú ante Paraguay ha hecho que los optimistas no descarten la posibilidad de la que la selección nacional de fútbol vaya al Mundial Rusia 2018. ¿Acaso es más efectivo y puede haber mayor goce si vemos el partido pensando que podemos perder frente al rival?
Aunque parece descabellado, un estudio de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) concluyó que las emociones negativas sí permiten que los fanáticos puedan disfrutar el juego. El nerviosismo y exaltación que se experimenta durante los 90 minutos del encuentro, se pueden convertir en euforia si el equipo al que se apoya termina triunfante.
"Cuando la gente piensa en entretenimiento en general, cree que tiene que ser divertido y placentero. Pero el disfrute no siempre significa emociones positivas. A veces el goce se deriva teniendo la emoción negativa, y luego yuxtaponiendo eso con la emoción positiva", argumenta Prabu David, co-autor del estudio y profesor asociado de comunicación en Ohio State.
Según la investigación, las emociones negativas y positivas actúan de forma independiente y no se cancelan entre ellas.
Diferente es ser pesimista, que está asociado a pensamientos catastróficos e incluso depresivos sobre uno mismo. Tener bajas expectativas es otro escenario, nos aclara el psicólogo Christian Martínez.
"Cuando no me hago muchas expectativas, por ejemplo de un partido de fútbol, y sé que es probable que el equipo pierda; eso hace que yo me alegre ante una situación que yo pensaba adversa, si el resultado es a mi favor", explica el especialista.
Pero quien disfruta del fútbol debe tener bien claro que hay tres posibilidades: ganar, empatar o perder. "Los hinchas no deben sobredimensionar el resultado final, deben asimilar que se ha perdido, empatado o ganado y que eso es un deporte, no es el fin de mundo", dice Martínez.
En caso de una derrota, hay que asimilarla y exteriorizar las emociones de forma controlada, dice el psicólogo. "No siempre va a pasar lo que tú quieres que pase, y parte de la pasión del fútbol es saber aceptar que los resultados no se dieron como a ti te gusta”.
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