Científicos advierten potenciales riesgos de esta técnica que se aplica en bebés nacidos por cesárea.
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La 'siembra vaginal' se alentó en los recién nacidos por cesárea, ante argumentos médicos que sostenían un mayor riesgo del niño a desarrollar algunos trastornos a lo largo de su vida, en comparación con quienes vinieron al mundo por parto natural. Un reciente informe alerta que esta técnica representa riesgos y no tiene sustento científico que avale sus beneficios.
A través del canal vaginal la madre transfiere al neonato, poblaciones de bacterias que podrían reducir el riesgo de enfermedades intestinales, alergias y obesidad; pero neonatólogos, ginecólogos y obstetras advirtieron la ausencia de esta microbiota en los bebés nacidos por cesárea.
Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, explicó que una investigación realizada el 2016 planteó la 'siembra vaginal' o 'microbirthing', que consiste en tomar muestras del moco vaginal de la mujer y ponerlas en contacto con el bebé.
Esta práctica que se inició en Australia y fue ganando popularidad en el Reino Unido en madres cesareadas, ha sido cuestionada recientemente en una publicación que de la International Journal of Obstetrics and Gynaecology.
"Un grupo de ginecólogos y obstetras en Dinamarca advierte a todos los profesionales de la salud que esa práctica de sembrar bacterias vaginales de la mamá a la niña no tienen ningún fundamento científico, dicen que el estudio fue hecho solo en cuatro mujeres y, al revés, hay riesgo de que se pueda transmitir estreptococo del grupo B o coli, que pueda haber quedado en la vulva de la mamá. Lo que dicen los obstetras es que el sembrado vaginal tiene muchos más riesgos que beneficios, y podría ser peligroso", indicó Huerta.
Un anterior estudio del British Medical Journal (BMJ) liderado por el doctor Aubrey Cunnington, del Imperial College de Londres, Reino Unido, advirtió que con la 'siembra vaginal' podían transferirse bacterias como la clamidia, la gonorrea o el virus del herpes genital.
Huerta destaca que la lactancia materna es una forma más segura de traspasar bacterias en el recién nacido, que en el caso de las niñas colonizan luego el área vaginal.
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