Los esfuerzos por hablar y el estrés del crecimiento pueden desencadenar las primeras repeticiones, dudas y sonidos que caracterizan la temprana aparición de tartamudez.
Los problemas psicológicos como la inseguridad, la timidez y el retraimiento, son algunas de las consecuencias de la tartamudez, uno de los trastornos del habla más frecuentes que afectan a los niños.
Este problema puede verse agravado por la presión de la familia, amigos y maestros del menor afectado, señaló Giovanny Rivera Ramírez, especialista del hospital Larco Herrera del Ministerio de Salud (Minsa).
"La dificultad se agudiza cuando los familiares corrigen continuamente al menor, ocasionándole mayor estrés y temor a equivocarse, lo que genera un aumento del síntoma, es decir, empeora la tartamudez", explicó.
Rivera señaló que los esfuerzos por hablar y el estrés del crecimiento pueden desencadenar las primeras repeticiones, dudas y sonidos que caracterizan la temprana aparición de tartamudez.
"Los primeros síntomas de problemas en el lenguaje generan en los niños tensión, vergüenza, susto o frustración", agregó la especialista.
Según la especialista, el tratamiento contra este trastorno se realiza con la familia para proveer al menor de un ambiente estable y afectuoso, como soporte emocional.
“El promedio de tratamiento es de un año, durante el cual el niño asiste a una o dos veces por semana”, detalló.
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