Según el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO), el 81% de los estudiantes han usado alguna bebida energizante, cuya composición tiene taurina, un aminoácido no esencial ligado al desarrollo neurológico.
El consumo de bebidas energizantes por parte de los adolescentes y jóvenes se ha visto incrementada en los últimos años. La promesa: disminuir la fatiga y el agotamiento. Estas bebidas contienen sustancias como cafeína, carbohidratos y taurina. Estas bebidas son usadas por algunos estudiantes y deportistas para mantenerse activos y despiertos. Según el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO), el 81% de los estudiantes han usado alguna bebida energizante durante su carrera universitaria. Además de ser usadas como energizantes, estas bebidas son mezcladas con whisky o vodka, una acción peligrosa para la salud.
Pero, ¿qué es la taurina?
Este ingrediente común en las bebidas energéticas es un aminoácido no esencial ligado al desarrollo neurológico cuya función es regular el nivel de agua y minerales en la sangre. Día a día nosotros obtenemos taurina por el consumo de alimentos como carnes, pescado y frutos secos, en una cantidad recomendada para nuestra dieta diaria.
En nuestro cuerpo, la taurina se encuentra en los músculos, corazón, plaquetas y sistema nervioso en etapa de desarrollo. En el caso de los energizantes, la taurina es fusionada con cafeína y glucuronolactona para incrementar resistencia. Un consumo excesivo y mezclado con alcohol puede ocasionar problemas crónicos de salud.
Pese a que las compañías de bebidas energizantes incluyen la taurina como un componente importante para brindar la capacidad de alerta, informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria concluyen que no tienen esa propiedad. Según la EFSA, la taurina añadida a estos productos no tiene ningún efecto positivo en las funciones cognitivas, cardiacas o musculares.
PELIGROSO CONSUMO
El consumo de bebidas energizantes es más peligroso si se mezcla con alcohol pues deprimen el sistema nervioso central y producen ritmos cardíacos anormales. Además de los componentes antes mencionados, estas bebidas presentan un nivel de azúcar (75 gramos en una lata de medio litro) que triplica el total de azúcar añadido diario que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Las bebidas energizantes deben estar terminantemente prohibidas para niños pues al combinar taurina con cafeína pone en riesgo los niveles de dopamina y catecolaminas en los menores.
Jorge Guerra, médico emergencista del Hospital de la Solidaridad explica ambos componentes de las bebidas energizantes tienen efectos diferentes. "La taurina es un aminoácido que el cuerpo lo produce pero en dosis muy pequeñas, la cafeína obviamente que no. Pero, este energizante mezcla los dos, esto es altamente nocivo para el cuerpo”, explica.
La señal más común de quiénes consumen estas bebidas combinadas con alcohol son ritmos cardíacos anormales. ¿La razón? Los energizantes estimulan el cerebro, mientras que el alcohol lo deprime.
“Incrementa la frecuencia cardíaca, por ende va a incrementar la frecuencia respiratoria y si lo suma con el efecto del alcohol, que en un primer inicio es vasodilatador y que pueda conllevar un enema pulmonar, insuficiencia respiratoria, que pueda generar una taquicardia, que puede llevarte a un paro cardíaco”, afirma.
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