Son más comunes los traumas o contusiones que ocurren en situaciones, como los accidentes de tránsito y laborales, las caídas o los golpes.
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Cerebro
El cerebro si bien no exhibe cicatrices ni magulladuras, sí sufre lesiones. Dependiendo de la zona donde se produzcan o de la intensidad de la misma, quedan secuelas que pueden ser reversibles e incluso invalidantes.
Las lesiones pueden ser de nacimiento o adquiridas en la infancia, juventud o adultez, pero son más comunes los traumas o contusiones que ocurren en situaciones, como los accidentes de tránsito y laborales, las caídas o los golpes. La casualidad o la imprudencia están detrás de cualquiera de estos escenarios.
Según explica Oswaldo Cachay, médico neurólogo de la Clínica Internacional, un golpe producto de un choque de auto u otro tipo de catástrofe vehicular, puede tener un impacto leve, moderado o severo, es decir, desde una rotura de cabeza, la pérdida de consciencia transitoria, hasta quedar vegetal o morir. "Pueden haber secuelas como convulsiones, un cuadro psiquiátrico (psicótico), un trastorno cognitivo al mínimo nivel, parecido a un retraso mental".
El especialista señala que el daño más serio se da cuando afecta la corteza frontal. "Es 'el director de orquesta del cerebro'. Ahí está la voluntad, el razonamiento, la consciencia. Cuando hay lesión de esta zona, puede darse una hemiplejía (parálisis de un lado del cuerpo), es lo más invalidante".
En este caso también hay pérdida de memoria y habilidades motoras. La recuperación puede ser paulatina, y con olvidos intermitentes.
Un traumatismo en el área frontotemporal puede causar la pérdida de habilidades y destrezas.
El daño en el lóbulo parietal provoca insensibilidad, confusión y problemas de orientación. Si ocurre en el lóbulo occipital, son de esperarse las dificultades para reconocer objetos y caras. Pero si la lesión es en el lóbulo temporal, pueden darse trastornos de conducta, dificultad para entender y memorizar.
De acuerdo al doctor Cachay, una lesión cerebral deja secuelas a nivel cognitivo (desorientación, dificultad para reconocer objetos, alteración de la memoria) y físico (pérdida de la fuerza muscular, parálisis de un lado del cuerpo o alteraciones del lenguaje).
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