Game of Thrones, una serie que aborda la lucha por el poder, presenta a personajes complejos que son materia de análisis.
Game of Thrones (Juego de Tronos) es una serie que aborda la lucha por el poder, con escenas de violencia sin filtro, pero que el argumento justifica con la búsqueda de justicia o de venganza, sentimientos muy humanos con los que el espectador se puede identificar.
No es difícil que al ver la serie, haya quien reconozca y asuma algunas emociones y comportamientos de los personajes. "Se ven rasgos exagerados y que de forma fantasiosa se constituyen como un ideal, pero solo si tiene problemas de salud mental, la persona puede verse influenciada por rasgos que ve en la televisión. Ahí está el problema", explica el médico psiquiatra Hugo Lozada.
Según explica el especialista, esos rasgos más comunes son por ejemplo: la mitomanía, la conducta antisocial, la seducción, la obsesividad, la psicopatía, la conducta narcisista y pasiva.
En cambio, un trastorno de la personalidad forma parte de la vida de la persona y de la forma en cómo se conecta con el mundo. Además, debe haber un diagnóstico de por medio.
De acuerdo a Lozada, las personas con un problema de salud mental de fondo como una esquizofrenia, bipolaridad o personalidad psicopática, son más vulnerables a asumir rasgos que puedan ver en la televisión. En esos casos, el tratamiento es farmacológico y con terapia cognitiva conductual.
Un artículo publicado por Medscape, elaborado por José J. Mendoza Velásquez, coordinador de Investigación, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM (Ciudad de México) presenta un análisis de algunos de los personajes de Game of Thrones, pues en ellos se describen algunos síntomas de trastornos de la personalidad.
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