El medicamento genérico fue creado para ser igual al medicamento de marca ya comercializado en cuanto a su seguridad, potencia, vía de administración, calidad, características de rendimiento y uso previsto, según la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos.
En junio pasado, el Ministerio de Salud incluyó tres productos específicos para tratar la COVID-19 dentro de la lista de medicamentos genéricos. Tras esto, muchas personas podrían preguntarse qué son estos medicamentos, qué diferencia tienen frente a uno de marca y cuál es su importancia hoy en día.
Para empezar, el medicamento genérico fue creado para ser igual al medicamento de marca ya comercializado en cuanto a su seguridad, potencia, vía de administración, calidad, características de rendimiento y uso previsto, según la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA, por sus siglas en inglés).
En este sentido, los medicamentos genéricos que cuentan con estudios de bioequivalencia, funcionan de la misma manera, y proporcionan el mismo beneficio clínico, que el de marca. Es decir, pueden ser intercambiables en la práctica clínica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la bioequivalencia es la relación entre dos o más productos farmacéuticos que son equivalentes farmacéuticos y muestran idéntica biodisponibilidad, por lo cual después de administrados en la misma dosis, sus efectos son esencialmente los mismos.
En tiempos de pandemia, donde las personas buscan preservar recursos, ahorrar y mantener a sus familias saludables, los medicamentos genéricos son una versión económica para ayudar a ahorrar en la canasta familiar. Para la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid), el uso de estos es beneficioso para la población porque las personas pueden curar sus enfermedades, completar los tratamientos que les han sido prescritos y ahorrar dinero o destinarlo a la atención de otras necesidades.
Los medicamentos genéricos tienen la misma calidad, seguridad y eficacia que los de marca y, además, un precio menor, lo que los convierte en una alternativa viable al tener precios de mercado más bajos, pero siempre que se hayan efectuado ensayos de intercambiabilidad y calidad, con una política de registro y farmacovigilancia bien estructurada.
Por ejemplo, la farmaceútica Sanofi tiene en el Perú a Genfar, su unidad de medicamentos genéricos. "Contamos con los más altos estándares de calidad, con certificación de proveedores, buenas prácticas de manufactura y de almacenamiento. Además, también tienen estudios de bioequivalencia que garantizan que tengan el mismo efecto terapéutico que el innovador de referencia”, señala Brenda Balcázar, Business Unit Head de Sanofi Genfar.
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