Los ministros de Ciencia y Sanidad tienen el objetivo de que disciplinas como la aromatorepia, la quiropraxia, la homeopatía, el reiki, entre otras, no se ofrezcan a la población como medicinas con un supuesto sustento científico.
En el siglo XXI existen numerosas disciplinas que prometen curar enfermedades crónicas como el cáncer o el sida. Incluso algunas incluyen prácticas que te "diagnostican" con solo mirarte a los ojos como la homeopatía, la acupuntura, la aromaterapia, la apiterapia, la ayunoterapia, entre otras. Sin embargo, todas esas disciplinas no tienen sustento científico, afirmó el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta, en el programa de La Rotativa del Aire.
Es tanta la popularidad de las llamadas seudociencias, entre las que también encontramos a la ozonoterapia, la reflexología, la quiropraxia, la sanación cuántica, el drenaje linfático, el reiki, la medicina antroposófica, la dieta Gerson del cáncer, entre otras, que ya son tomadas como amenaza de salud pública en España.
La ministra de Sanidad (Salud), María Luisa Carcedo y el ministro de Ciencia, Pedro Duque dijeron en una conferencia de prensa que “lo que queremos nosotros, como Gobierno, es hacer que las seudociencias desaparezcan de España”.
Las autoridades españolas presentaron un proyecto de Ley para que el total de las 139 seudociencias registradas no se enseñen en las universidades ni tampoco este tipo de instituciones de educación superior emitan títulos que las avalen.
El fin de este tipo de medidas es que la gente reciba información científicamente válida para sus tratamientos médicos. “Para que la gente entienda el valor de la ciencia”, sostuvo Huerta.
El ministro de Ciencia español criticó en la conferencia la confianza de la población en este tipo de seudociencias. “Que algo le funcione a un conocido de nuestro cuñado es una anécdota, pero si se logra resultados contrastados en un grupo de población amplio, eso tiene evidencia científica”.
La confianza en este tipo de seudociencias es tan extendida que no discrimina clase social. Steve Jobs, quien fue el fundador de la millonaria empresa Apple, incluso confió en este tipo de terapias para tratarse su cáncer de páncreas, recordó Huerta.
La información que reciba el público para la curación de sus enfermedades debe ser basada en evidencias científicas, comentaron los ministros en la conferencia de prensa. Por eso es importante distinguir entre medicina convencional que es la científica; la medicina tradicional como la china y la andina); la medicina complementaria, que involucra algunas de las disciplinas y la medicina alternativa, que es la que practican las personas cuando abandonan la científica, finalizó Huerta.
Comparte esta noticia