Investigadores afirman que si una persona duerme poco durante la semana, pero lo compensa el fin de semana, reduce el riesgo de ser obesos de 4 a 2,8 veces.
Un niño que duerme menos podría estar sumando kilos extra, señalaron científicos de University of Chicago en Estados Unidos.
Para tal afirmación los investigadores registraron los hábitos nocturnos de más de 300 niños, de 4 a 10 años, durante una semana donde reportaron que los obesos dormían menos horas y con un patrón más irregular que los delgados.
"Duermen menos, comen más, hacen menos ejercicio porque están cansado y, por lo tanto, engordan", planteó el doctor David Gozal, experto en trastornos infantiles del sueño y autor principal del estudio.
Indicó además que lo recomendable para niños y adolescentes es un descanso de 9 horas por noche. "Si una persona duerme poco durante la semana, pero lo compensa el fin de semana, reduce el riesgo de ser obesos de 4 a 2,8 veces", indicó a Reuters Health.
Se desconoce ciertamente cómo el sueño altera el peso, pero hormonas como la grelina y la leptina, que regulan el apetito, probablemente influyan en esa interacción, agregó.
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