Según estudio, el "presentismo" laboral pese a ester delicados de salud responde a dos razones fundamentales: el exceso de responsabilidad y la inseguridad laboral.
Una investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) y de la Universidad de Concordia (Canadá) ha revelado las razones por las que las personas van a trabajar aunque estén enfermas, ya sea por gripe o cualquier patología. Son dos las principales razones: el exceso de responsabilidad y la inseguridad laboral.
Sin embargo, el estudio publicado en la revista 'The Journal of Occupational Health Psychology', sugiere que este "presencialismo" laboral no conlleva necesariamente efectos positivos. "El trabajar a toda costa, ya sea por presión de la empresa, por miedo a perder el trabajo o por el exceso de compromiso así sea una labor que nos guste, atenta contra nuestra salud y la de nuestros compañeros", sugiere el informe.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un metaanálisis de 61 estudios anteriores que juntos tenían una muestra total de 175.960 participantes, con lo que pudieron determinar que existen dos tipos diferentes de empleados que van a trabajar pese a estar mal de salud.
Unos son los que se siente vulnerables económica y profesionalmente, lo que les genera estrés, o porque sufren una enfermedad crónica. Los otros son los que trabajan aún estando delicados de salud porque su trabajo les gusta mucho.
“Trabajar enfermo puede agravar los efectos de la enfermedad inicial y dar como resultado malas actitudes en el entorno laboral. Sin embargo, las posibles consecuencias de ausentarse obligan a los empleados a ir a trabajar enfermos o a volver al trabajo aunque no estén totalmente recuperados”, explica Mariella Miraglia, líder del estudio.
Por otro lado, vieron que variables relacionadas con el presentismo laboral incluyen el estrés, la falta de recursos laborales, la exigencia de los supervisores o la discriminación percibida eran tan influyentes en el presentismo laboral como el sentido de compromiso con la empresa. Así como la mala salud en general y las políticas de la empresa respecto a las ausencias, aunque sean justificadas.
Finalmente, la investigación señala que los trabajadores que se desempeñan en un ambiente laboral de apoyo y que mantienen una buena relación con sus superiores, no se sienten tan presionados por ir a trabajar cuando no están bien de salud. Además, se sienten más satisfechos laboralmente.
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