En verano el incremento del calor en nuestro medio también afecta a las mujeres y su intimidad.
Restringir los carbohidratos (harinas, azúcares), no eliminarlos pero si disminuir el azúcar que siempre es importante por la energía que representa, es una buena forma de reducir la posibilidad de desarrollar infecciones vaginales.
“Productos frescos, verduras, vegetales de diferentes colores, que contienen suficientes vitaminas y minerales que el cuerpo necesita. Frutas, porque además de vitaminas son fuente de carbohidratos importantes como la fructuosa que es menos digerible por los malos microorganismos”.
Así indicó el doctor Alex Guibovich Mesinas del departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nacional Arzobispo Loayza (HNAL).
En verano el incremento del calor en nuestro medio también afecta a las mujeres y su intimidad. La zona genita femenina se expone a infecciones ante los cuales es preciso establecer pautas de higiene, vestimenta, alimentación y hasta conducta sexual.
“Una de las infecciones de hongos más comunes en el verano la produce aquel germen denominado Cándida, que aparece cuando aumenta el calor, y se reproduce cuanto más humedad hay, ocasionando un flujo infeccioso de características blanquecinas, brumoso, cremoso, como leche cortada, con síntomas de picazón, prurito”, indica Guibovich.
Ante el rascado intenso, la delicada piel infectada se va a lacerar fácilmente, permitiéndose que otros microrganismos, causen infecciones sobreañadidas”, manifiesta.
Tras incidir que el famoso descenso (manchas de color blanco, amarillo o gris en la trusa), es una infección muy seria que debe tratarse adecuadamente con un especialista en ginecología, debido a que pueden sobrevenir otros contagios.
Por ello, el especialista recomienda tener siempre presente el aseo diario, con baños de ducha para que el agua corra, si es más de uno al día mejor.
Comparte esta noticia