Estudios previos ya habían encontrado un vínculo entre el ruido del tráfico y la presión arterial elevada y el riesgo de infarto.
Según una nueva investigación llevada a cabo en el Instituto de Epidemiología de Cáncer en Copenague, Dinamarca, la exposición al ruido del tránsito parece incrementar el riesgo de un derrame cerebral, particularmente en las personas mayores de 65 años.
El estudio, en el que participaron más de 51 mil personas, encontró que, en promedio, por cada 10 decibelios (dB) adicionales de ruido el riesgo de un ataque cerebral aumenta 14 por ciento. Entre los mayores de 65 años, ese riesgo se incrementa 27 por ciento por cada 10 dB adicionales de ruido vehicular.
Tal como explican los investigadores en European Heart Journal (Revista Europea del Corazón) el estudio también mostró que entre las personas mayores existe un límite de aproximadamente 60 dB sobre el cual el riesgo de derrame cerebral parece incrementar aún más.
Para proteger al ser humano de los daños causados por la exposición alta o prolongada a los sonidos, las autoridades de salud han establecido normas sobre el nivel de decibelios a los que nos vemos expuestos todos los días.
Según el Instituto Nacional para Sordera de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el ruido de una oficina callada es de entre 50 y 60 dB y el de una conversación normal de entre 50 y 65 dB. El ruido del tráfico en una ciudad es de 80 dB.
Estudios previos ya habían encontrado un vínculo entre el ruido del tráfico y la presión arterial elevada y el riesgo de infarto.
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