Son tres mil personas las que desde entonces han mejorado su calidad de vida con trasplantes renales, cardiacos, pulmonares, de médula ósea, córnea e hígado.
La primera operación para trasplantar un órgano en el cuerpo de otro en el Perú sucedió la mañana del miércoles 29 de octubre de 1969, en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
Un adolescente de nombre Hugo García Gonzáles Prada recibió un riñón de su padre José García Aguilar. El joven padecía de glomerulonefritis, una enfermedad inflamatoria renal que lo llevó a la insuficiencia renal crónica. Gracias a este acto de amor de su padre, el paciente logró una larga supervivencia, continuó estudios de Administración y pudo llevar una vida normal.
Fue un equipo de 26 profesionales, encabezados por el doctor Marino Molina Schippa, quien dio inicio a una de las muchas proezas médicas que se han desarrollado en este nosocomio al llevar a cabo el primer trasplante que se realizó en la Seguridad Social del Perú.
A la fecha, son alrededor de tres mil personas las que han mejorado su calidad de vida e inclusive han tenido una nueva oportunidad gracias al primer paso que dio este equipo médico hace 40 años pues sentó las bases para el desarrollo de exitosos programas de trasplantes renales, cardiacos, pulmonares, de médula ósea, córnea e hígado.
"Aquello que empezó como una técnica innovadora, se ha convertido hoy en una práctica rutinaria en los grandes hospitales del Seguro Social para tratar enfermedades crónicas que afectan irreversiblemente a los órganos vitales", señaló el doctor Miguel Camacho Bonilla, coordinador de Trasplantes del hospital Rebagliati, según indica información de EsSalud.
La población debe ser consciente de que a pesar de que la donación de órganos es un acto voluntario, desinteresado, anónimo y solidario, implica un gran compromiso y responsabilidad social porque permite salvar a miles de pacientes. "Cabe agregar que un solo donante voluntario puede proporcionar dos corneas, un corazón, un hígado, dos pulmones, dos riñones, piel y huesos. Todo ello, implica que una sola persona puede salvar la vida de un mínimo de otras ocho personas", dijo el doctor Camacho.
Anualmente, se encuentran en lista de espera por un trasplante aproximadamente mil 300 personas. Sin embargo, muchos mueren cada año debido a la imposibilidad de concretar un trasplante por falta de donantes voluntarios, pues en nuestro país sólo existe un donante voluntario por cada millón de habitantes, mientras que en países como España existen 32 donantes por cada millón de habitantes.
Un adolescente de nombre Hugo García Gonzáles Prada recibió un riñón de su padre José García Aguilar. El joven padecía de glomerulonefritis, una enfermedad inflamatoria renal que lo llevó a la insuficiencia renal crónica. Gracias a este acto de amor de su padre, el paciente logró una larga supervivencia, continuó estudios de Administración y pudo llevar una vida normal.
Fue un equipo de 26 profesionales, encabezados por el doctor Marino Molina Schippa, quien dio inicio a una de las muchas proezas médicas que se han desarrollado en este nosocomio al llevar a cabo el primer trasplante que se realizó en la Seguridad Social del Perú.
A la fecha, son alrededor de tres mil personas las que han mejorado su calidad de vida e inclusive han tenido una nueva oportunidad gracias al primer paso que dio este equipo médico hace 40 años pues sentó las bases para el desarrollo de exitosos programas de trasplantes renales, cardiacos, pulmonares, de médula ósea, córnea e hígado.
"Aquello que empezó como una técnica innovadora, se ha convertido hoy en una práctica rutinaria en los grandes hospitales del Seguro Social para tratar enfermedades crónicas que afectan irreversiblemente a los órganos vitales", señaló el doctor Miguel Camacho Bonilla, coordinador de Trasplantes del hospital Rebagliati, según indica información de EsSalud.
La población debe ser consciente de que a pesar de que la donación de órganos es un acto voluntario, desinteresado, anónimo y solidario, implica un gran compromiso y responsabilidad social porque permite salvar a miles de pacientes. "Cabe agregar que un solo donante voluntario puede proporcionar dos corneas, un corazón, un hígado, dos pulmones, dos riñones, piel y huesos. Todo ello, implica que una sola persona puede salvar la vida de un mínimo de otras ocho personas", dijo el doctor Camacho.
Anualmente, se encuentran en lista de espera por un trasplante aproximadamente mil 300 personas. Sin embargo, muchos mueren cada año debido a la imposibilidad de concretar un trasplante por falta de donantes voluntarios, pues en nuestro país sólo existe un donante voluntario por cada millón de habitantes, mientras que en países como España existen 32 donantes por cada millón de habitantes.
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