La preocupación surge luego que Chile informó que pavos de dos granjas situadas en las afueras de la ciudad de Valparaíso, eran portadores del virus pandémico.
La Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO) teme que el virus AH1N1 se
extienda a explotaciones avícolas de todo el mundo, tras la reciente
detección del causante de la gripe A en pavos en Chile.
Según dice hoy la FAO en una nota de prensa, las autoridades chilenas informaron el pasado 20 de agosto de la presencia del virus en pavos de dos granjas situadas en las afueras de la ciudad de Valparaíso, de una cepa idéntica a la que circula entre la población humana del planeta.
Sin embargo, puntualiza la FAO, el descubrimiento del virus en pavos no supone una amenaza inmediata para la salud humana y se puede comercializar carne de pavo procesada de forma higiénica y sometida a la pertinente inspección veterinaria.
"La reacción de las autoridades chilenas ante el descubrimiento del virus en pavos, con su rapidez a la hora de informar a las organizaciones internacionales y establecer una cuarentena temporal, y su decisión de permitir recuperarse a las aves enfermas en lugar de sacrificarlas, es sensata desde el punto de vista científico", comenta el jefe veterinario interino de la FAO, Juan Lubroth.
"Una vez que las aves enfermas se han recuperado, es posible continuar con la producción y procesado de forma inocua. No suponen ningún riesgo para la cadena alimentaria", añade.
La FAO explica que la actual cepa del AH1N1 es una combinación de genes humanos, porcinos y de aves que, por el momento, no es más letal que el virus de la gripe estacional común, aunque podría agravarse si se combina con el H5N1, el de la gripe aviar.
"Chile no tiene gripe motivada por el H5N1. Si el brote hubiera ocurrido en el sureste asiático, en donde este virus circula en abundancia entre la población avícola, la introducción del virus de la gripe A habría causado mayor motivo de preocupación", incide Lubroth.
"Necesitamos aumentar la vigilancia de la situación en los animales y fortalecer los servicios veterinarios en los países pobres o con economías en transición, de manera que cuenten con la capacidad de diagnóstico adecuada y con equipos sobre el terreno competentes, así como con los recursos adecuados para poder responder a las emergencias", añade. EFE
Según dice hoy la FAO en una nota de prensa, las autoridades chilenas informaron el pasado 20 de agosto de la presencia del virus en pavos de dos granjas situadas en las afueras de la ciudad de Valparaíso, de una cepa idéntica a la que circula entre la población humana del planeta.
Sin embargo, puntualiza la FAO, el descubrimiento del virus en pavos no supone una amenaza inmediata para la salud humana y se puede comercializar carne de pavo procesada de forma higiénica y sometida a la pertinente inspección veterinaria.
"La reacción de las autoridades chilenas ante el descubrimiento del virus en pavos, con su rapidez a la hora de informar a las organizaciones internacionales y establecer una cuarentena temporal, y su decisión de permitir recuperarse a las aves enfermas en lugar de sacrificarlas, es sensata desde el punto de vista científico", comenta el jefe veterinario interino de la FAO, Juan Lubroth.
"Una vez que las aves enfermas se han recuperado, es posible continuar con la producción y procesado de forma inocua. No suponen ningún riesgo para la cadena alimentaria", añade.
La FAO explica que la actual cepa del AH1N1 es una combinación de genes humanos, porcinos y de aves que, por el momento, no es más letal que el virus de la gripe estacional común, aunque podría agravarse si se combina con el H5N1, el de la gripe aviar.
"Chile no tiene gripe motivada por el H5N1. Si el brote hubiera ocurrido en el sureste asiático, en donde este virus circula en abundancia entre la población avícola, la introducción del virus de la gripe A habría causado mayor motivo de preocupación", incide Lubroth.
"Necesitamos aumentar la vigilancia de la situación en los animales y fortalecer los servicios veterinarios en los países pobres o con economías en transición, de manera que cuenten con la capacidad de diagnóstico adecuada y con equipos sobre el terreno competentes, así como con los recursos adecuados para poder responder a las emergencias", añade. EFE
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