Ni más ni menos, un estudio sugiere que practicarlo con mayor frecuencia podría reducir los beneficios del sexo en la pareja.
Si bien al sexo se le atribuyen grandes beneficios para la salud de la pareja, ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) han calculado los límites del sexo para mejorar el bienestar de la pareja, llegando a la conclusión de que el sexo incrementa sus beneficios cuando es una vez por semana, ni más ni menos o la felicidad deja de crecer.
El trabajo, publicado en la revista 'Social Psychological and Personality Science', se basó en encuestas a 30 000 personas y, además, hace mención de estudios anteriores que relacionan la práctica habitual del sexo con un mayor bienestar.
No obstante, "para las parejas con muchas ocupaciones, responsabilidades laborales y familiares (cuidar niños), la presión para tener relaciones sexuales con tanta frecuencia como sea posible puede ser estresante", afirma Amy Muise, autora principal del estudio.
Los investigadores también reconocen las dificultades para medir los efectos del sexo sobre el bienestar personal. Por ejemplo, un experimento de la Universidad Carnegie Mellon en 2015 halló que las parejas a las que se pidió que doblasen su ritmo sexual no mejoraron su bienestar en comparación con otro grupo de parejas que siguieron con su vida sexual habitual.
"Es difícil de calcular si la presión de sentirse obligado a tener más sexo no echa a perder los beneficios de una práctica placentera", sugieren.
Así pues, los beneficios del sexo tienen límites. De hecho, un estudio de la investigadora de la Universidad de Yale, June Gruber, determinó que si bien la felicidad se relaciona con una mejor salud o mejores relaciones sociales, buscar experiencias felices con demasiado ahínco puede tener consecuencias negativas.
Pese a todo, los investigadores no han podido establecer una explicación causal a su observación de que con practicarlo una vez a la semana se logran los máximos beneficios del sexo.
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