Mientras más activa es una persona, menor es su riesgo de insuficiencia cardiaca, asegura investigación sueca.
Investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) han determinado que hacer una hora de ejercicio moderado al día, o 30 minutos intensos, pueden reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca en un 46%.
Para llegar a esta conclusión, los científicos contaron con la participación de 39 805 personas de entre 20 y 90 años sin insuficiencia cardiaca, a quienes reclutaron en 1997 y evaluaron su actividad física total en tiempo de ocio y en sus horas de trabajo. La actividad física fue dividida en tres categorías: leve para paseos y caminatas casuales, moderado para correr o nadar y fuerte para deportes competitivos.
Además, los participantes completaron un cuestionario sobre el estilo de vida que llevaban que incluía preguntas sobre su actividad física, si consumían tabaco y sus hábitos de consumo de alcohol y/o uso de medicamentos.
Los resultados, publicados en la revista 'Circulation: Heart Failure', determinaron que cuanto más activa era una persona, menor era su riesgo de insuficiencia cardiaca. Asimismo, las personas que registraban más de una hora de actividad física moderada o media hora de ejercicio intenso al día tenían un 46% menos riesgo de padecer insuficiencia cardíaca, en comparación con el resto de participantes.
“No hace falta correr una maratón para obtener beneficios, de hecho, incluso niveles muy bajos de actividad pueden tener efectos positivos. La actividad física disminuye muchos factores de riesgo de enfermedades del corazón, lo que a su vez reduce el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca, así como otras enfermedades del corazón”, afirma Kasper Andersen, coautor del estudio.
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