Se trata de la oximetría, una prueba que ayudó a detectar el 92% de las cardiopatías en combinación con los exámenes tradicionales.
Un estudio realizado en Reino Unido concluye que una sencilla prueba no invasiva puede ayudar a salvar la vida de miles de niños que nacen con anomalías cardíacas congénitas.
Según la revista The Lancet, la oximetría, prueba que mide los niveles de oxígeno en la sangre de los bebés, es capaz de detectar más casos de cardiopatías que los actuales métodos.
Las pruebas de oximetría detectaron el 75% de las cardiopatías críticas. En combinación con las técnicas tradicionales, se llegaron a detectar un 92% de los casos.
"Es un valor añadido a las técnicas existentes y es probable que sea útil para la identificación de los casos críticos de defectos congénitos cardiacos que de otra forma no se detectarían", aseguró el doctor Andrew Ewer, investigador la Universidad de Birmingham.
Por otro lado, los científicos de la fundación Británica del Corazón resaltaron que este nuevo examen debería ser adoptado como método de valoración rutinario de todos los recién nacidos antes de darles el alta hospitalaria.
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