El lavado de manos es la estrategia de alcance mundial que salva vidas. Es básico con agua y jabón, pero hay otra alternativa de emergencia.
Más de un millón de peruanos figuran entre los damnificados y afectados por el impacto de El Niño costero, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). En tanto duren las labores de reconstrucción, ellos deberán afrontar condiciones adversas que ponen en riesgo su salud.
Por ejemplo, el colapso del sistema de agua y desagüe dejó a decenas de familias sin posibilidades de acceder a servicios básicos de higiene, como baños y letrinas. El testimonio de dos madres chiclayanas grafica esta delicada situación.
“Utilizar los bacines para orinar porque no podemos hacerlo en nuestros baños que están colapsados y en mi ducha salen todititas las heces”, cuenta Noemí Gonzales La Torre.
“Lo agarro en un periódico de a dos, tengo que envolverlo y echarlo en la bolsa de basura, ¿qué voy a hacer? Mi necesidad y la orina ya no se aguanta”, dice Martha Winer.
El lavado de manos representa un escudo protector frente a esta exposición al peligro; y en los noventa, fue un aliado contra la epidemia de cólera que azotó nuestro país.
Se trata de una estrategia sanitaria de alcance mundial que sirve para prevenir infecciones causadas por bacterias, virus y parásitos, transmitidos -principalmente- por el contacto de las manos con las superficies contaminadas, explica el infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), Fernando Donaires.
“El lavado de manos que se recomienda a nivel comunitario es el que ya conocemos, antes de preparar los alimentos, después de acudir al baño o en cualquier procedimiento que vamos a llevar los alimentos a la boca, porque esa es básicamente la transmisión que se realiza”.
La higiene de manos con agua y jabón tiene una duración no menor de 20 segundos y debe incluir las palmas, el dorso, entre los dedos y debajo de las uñas, llegando incluso hasta las muñecas.
Así se corre menos riesgo de enfermedades diarreicas, neumonía, influenza, hepatitis, cólera, tifoidea, infecciones en los ojos y en piel. Además, una investigación del INS realizada durante el terremoto del 2007 comprobó la eficacia del alcohol en gel en casos de emergencia. César Cabezas, médico que encabezó el estudio, comenta.
“Se hizo una investigación para saber si era efectivo el uso de alcohol gel cuando había carencia de agua para lavarse las manos. Resultó que de esta forma sí elimina las bacterias de las manos y evita la producción de diarreas cuando uno manipula agua o alimentos de consumo humano”.
El lavado de manos es una suerte de 'vacuna' que al año podría evitar la muerte de 3,5 millones de niños y niñas menores de 5 años, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las familias y las escuelas son actores claves para promover este hábito que salva vidas.
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