Pocos minutos en una calle muy transitada afecta la capacidad del cerebro para concentrarse en un tema y lograr el auto-control, además de debilitar la memoria.
Diversos estudios descubrieron que la vida en la ciudad puede ser tan estresante que afecta la capacidad cognitiva, esto debido a que como el cerebro necesita procesar múltiples estímulos puede quedar demasiado cansado para cumplir otras funciones como la memoria y la atención.
Un equipo de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) pidió a un grupo de voluntarios que camine a lo largo de una calle ruidosa o en un parque lleno de árboles y verde.
Y resultó que unos pocos minutos en una calle muy transitada afecta la capacidad del cerebro para concentrarse en un tema y lograr el auto-control, además de debilitar la memoria. Por el contrario, pasar un rato en la naturaleza mejora estas habilidades.
Como informa www.neomundo.com.ar, Sara Lazar, especialista del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), dijo que “en una calle muy transitada, es más adaptativo tener un rango de atención limitado”.
Explicó que los estímulos de estos lugares contienen información muy importante y que hay que procesarla aunque esto tome mucha energía al cerebro. “Si alguien se concentra mucho en algo, podría no darse de cuenta que un auto se acerca y lo debe esquivar”, explicó.
Lazar dijo que la necesidad de prestar atención a múltiples estímulos del ambiente genera una fatiga que afecta la capacidad voluntaria de concentrarse en algo en particular. Los síntomas de este cansancio incluyen la distracción, la impaciencia y los olvidos.
En los casos más serios, advirtió, se presenta un alto nivel de stress y un bajo criterio para analizar diversas situaciones. Una forma sencilla de revertir esta situación es caminando en una plaza, ya que la disminución en la cantidad de estímulos le da un respiro al cerebro.
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