Mucha gente con tarjeta de crédito cae en el engaño, por analfabetismo matemático.
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Matemáticas
'No me gustan las matemáticas’, ‘no las entiendo’ o ‘¿para qué me sirven?’, son algunas de las trabas más fuertes con las que debe lidiar un profesor que enseña esta materia.
Conrad Wolfram, el físico que está cambiando la forma de enseñar matemáticas en Estonia, propone que se potencie el uso de las computadoras para los cálculos largos. "Las matemáticas, la programación y el pensamiento computacional deben ser la misma asignatura…Los problemas reales del siglo XXI solo se pueden resolver usando los ordenadores y por eso deben entrar en el sistema educativo como parte fundamental de la asignatura”, argumenta, según recoge una entrevista publicada en El País de España.
Es cierto, la incorporación de las nuevas tecnologías ha demostrado que contribuyen en la educación y la investigación. Sin embargo, no nos resuelve la vida si no estamos preparados para darles un buen uso.
Christian Valqui, con un doctorado en Matemáticas y docente en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), destaca que es clave el entusiasmo del maestro por enseñar y de los alumnos por aprender. “La motivación es más importante que las nuevas herramientas, porque ellas no dan soluciones en sí mismas”.
Valqui concuerda en que los cálculos largos no deben ocupar tiempo de clase. “Sucedió con las tablas de logaritmo. Hace 50 años todos se las aprendían, hoy no, porque se puede usar la calculadora”, comenta.
Ser profesor de matemáticas no es tarea fácil. Es importante conectar la materia con el mundo que rodea a los alumnos. Por ejemplo, los cálculos elementales se deberían aplicar a las compras o a medir el tiempo, longitudes y volúmenes.
Y es que una demostración matemática -dice el catedrático- aparentemente puede no tener una utilidad práctica, pero ayuda a pensar y resolver problemas en la vida diaria.
Además, nos puede ir mejor en las finanzas gracias a las matemáticas, porque sin estos conocimientos podemos ser totalmente ignorantes al engaño. “Un ejemplo de analfabetismo matemático es la gente que usa la tarjeta de crédito y cree que le están regalando la plata. O la gente que cree que es mejor no alquilar un departamento y comprarse una casa, cuando el ejercicio dice que el alquiler es igual al pago de los intereses. Conviene ahorrar hasta que los intereses seas más bajos que el alquiler, ahí sí conviene una casa”, señala Valqui.
Las estadísticas también están muy insertadas en nuestras vidas. “La mayoría de gente no las entiende, pero las consume”.
En conclusión, las matemáticas sí son importantes, incluso para cuestionar las cifras y gastos del Gobierno. La enseñanza de esta materia es un desafío diario.
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