El hallazgo fue hecho en Veracruz, México. Los forenses apenas han explorado la tercera parte del terreno, se espera que el número de víctimas sea mayor.
Luego de siete meses de búsqueda, el fiscal principal de Veracruz, Jorge Winckler ha informado que se encontraron 250 cráneos enterrados en un cementerio clandestino. Este lugar habría sido utilizado por los cárteles de la droga para llevar a cabo ejecuciones y entierros de adversarios y disidentes.
Pero la cifra podría aumentar dramáticamente si se tiene en cuenta que apenas se ha hecho un registro de la tercera parte del descampado ubicado en las afueras del estado mexicano. Los restos óseos han sido acumulados desde años anteriores, informa el portal RT.
"Cuando se terminen de abrir las fosas que hay en el Estado será la fosa más grande de México y quizás del mundo", dijo el fiscal durante una entrevista con Televisa. El hallazgo ha sido posible gracias a un colectivo de familiares de personas desaparecidas que impulsaron la búsqueda junto con las autoridades.
Solo dos identificados. Se encontraron 120 fosas que contenían los 250 cráneos. Las torturas y la violencia desmedida son comunes en el mundo del narco. Una de las regiones más golpeadas es Veracruz, quien años atrás registró las sangrientas peleas entre el cártel de los Zetas y el Cartel Jalisco Nueva Generación por el control del área.
Según informó el diario El País, hay dos restos identificados: Pedro Huesca y Gerardo Montiel. El primero era un investigador quien trabajaba para la fiscalía y la Secretaría de Marina buscando datos, y el otro era un asistente.
El fiscal ha explicado que en Veracruz se han reportado al menos unos 2,400 desaparecidos. Los familiares acusan a Winckler de desidia y lentitud en el proceso de reconocimiento de los cuerpos. En las próximas semanas habrá más novedades sobre las excavaciones.
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