El procurador del Ministerio de Cultura, Javier Paredes Sotelo, llegó hasta Huacaloma junto a doscientos policías para desalojar a las familias que invadieron la zona.
El procurador del Ministerio de Cultura, Javier Paredes Sotelo, acompañado de un fuerte contingente policial y una máquina retroescavadora llegaron sorpresivamente hasta el centro ceremonial Huacaloma con la finalidad de desalojar a las familias que ya habían construido sus viviendas en dicha zona restringida.
Los agentes policiales rápidamente custodiaron todo el perímetro en litigio para dar pase a la máquina pesada que comenzó a destruir las precarias chozas que habían construido algunas personas aduciendo haber comprado los terrenos.
La diligencia se desarrolló de manera pacífica, pues los vecinos no pusieron resistencia y por lo contrario colaboraron en retirar las maderas y calaminas de las chozas. Dos casas hechas de barro y ladrillo quedaron en pie, debido a que se dejó un plazo de dos semanas para que sean destruidas por sus propietarios.
El procurador del Ministerio de Cultura, Javier Paredes Sotelo, sostuvo que la acción es en mérito al decreto legislativo 230. Asimismo, instó a los cajamarquinos a no dejarse sorprender por traficantes de tierras, quienes venden tierras que son protegidas por el Ministerio de Cultura.
En tanto, tres mujeres llegaron hasta la intervención y se presentaron como las propietarias del terreno en mención y afirmaron tener escrituras públicas y que el Ministerio de Cultura estaría cometiendo abuso de autoridad.
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