Este tratamiento estético puede hacerse en varones y mujeres que quieren atenuar arrugas sin necesidad de una cirugía plástica.
La búsqueda de la eterna juventud puede jugarnos malas pasadas, tal y como ha ocurrido con el cantante británico Robbie Williams, quien durante una premiación declaró que no puede mover la frente debido a un tratamiento con botox.
Toxina botulínica. Más conocida como botox, es la técnica estética más popular en el mundo, porque elimina las líneas de expresión que aparecen en el rostro sin necesidad de cirugía. “Su mejor indicación es el tercio superior de la cara: la frente, el entrecejo y las llamadas patas de gallo. También puede usarse en labios, con no tanto éxito; en el cuello, o en las arrugas del escote”, precisa el cirujano plástico Luis Paredes Aponte.
De acuerdo al especialista, este tratamiento cosmético es rápido, no toma más de 20 minutos, implica menos dolor y no produce inflamación. El efecto se puede notar entre los 3 a 7 días después de realizado el procedimiento.
Abuso. Un exceso de dosis puede paralizar los músculos de la cara como ha ocurrido con el artista británico Robbie Williams. Además, puede haber otros efectos contrarios. “Podría haber caída de las cejas, diplopía (visión doble) u ocurrir un hematoma (contusión) si fue mal colocada la inyección”.
Afortunadamente estos daños son reversibles, y se prolongan durante el tiempo que dura el efecto del botox, es decir, alrededor de 4 a 5 meses, indica el doctor paredes.
Los especialistas aptos para realizar un rejuvenecimiento con botox son los cirujanos plásticos y los dermatólogos. La atención debe hacerse en un consultorio y los resultados deben ser lo más naturales posibles.
Otros usos. La toxina botulínica también se emplea para tratar problemas como migrañas o sudor excesivo. En este último caso nos referimos a la hiperhidrosis palmar que ocurre en la “mano social” (que usamos para saludar).
“Su uso más frecuente, aparte del uso cosmético, es en parálisis cerebral, espasmos, tics, enfermedades neurológicas que producen unas contracturas muy grandes y que tienen un efecto devastador en la socialización de las personas que lo padecen. Las dosis en estos casos es 2 a 3 veces más alta que para efectos estéticos”.
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