Todos los niños tienen un talento que podrían convertirlo en un destacado deportista o artista. Los padres deben estar atentos para determinar esta habilidad y hacer que llegue a su mejor nivel.
El talento es una habilidad relevante en un ámbito específico como las artes, deportes, idiomas, o en el aspecto social, emocional, lógico, etc. El camino no es fácil para los niños talentosos ya que su capacidad debe ser descubierta. La detección temprana del talento en los niños es imprescindible para el máximo desarrollo de sus destrezas, afirma el psicólogo Walter Ruiz Zegarra.
El talento en potencia también requiere ser estimulado por el entorno y circunstancias particulares. Es decir, se requiere que la familia o un maestro identifiquen esa habilidad y promuevan su práctica constante. Incluso los amigos de la escuela o del barrio son fundamentales para que un menor reconozca su destreza y se sienta motivado a ponerla en práctica. Esto se debe a su interés de ser parte de un grupo social.
La perseverancia es otro aspecto que influye en el desarrollo de un talento. Si bien muchos niños son talentosos, pocas familias o maestros son capaces de inculcarles la disciplina necesaria para que alcancen su mejor nivel. También se requiere forjar en estos chicos una personalidad enfocada y segura para que sean capaces de manejar la rutina y la presión. De lo contrario perderán el interés conforme crezcan.
La edad preescolar (entre los tres a cinco años) es un buen momento para identificar un talento específico. Existe un mayor desarrollo del lenguaje, así como de las capacidades cognitivas y de las habilidades motoras y finas, por lo que el niño está preparado física y cognitivamente para probar diversas actividades. Hay que ofrecerle un abanico de posibilidades para que pruebe y se divierta con las que más le atraigan, sin presiones. Es un proceso que requiere tiempo.
Además de desarrollar sus talentos específicos, requieren centros donde cimentar otros aspectos vitales para su personalidad como la autoestima, la autonomía, el pensamiento crítico y la competitividad. Hay colegios que promueven la educación inclusiva y adapta sus metodologías a las necesidades de sus alumnos. En estos centros se trata de potenciar talentos en base al autoaprendizaje y la colaboración. También hay escuelas que promueven que los niños descubran sus talentos a temprana edad incluyendo diversas actividades artísticas en su currícula.
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