Las crisis son una oportunidad para despertar la creatividad para los negocios, pero se requiere enfocar mejor los esfuerzos y reducir los costos.
La crisis financiera internacional desatada en el 2008 eclipsó muchos negocios, pero de ésta también emergieron numerosos emprendimientos. De hecho, la ola de startups tecnológicas en Estados Unidos creció en pleno crisis hipotecaria mundial. Sin duda, apostar por emprender en circunstancias normales es difícil, pero hacerlo en una situación de crisis podría tomarse como una apuesta demasiado arriesgada.
Sin embargo, no hay que olvidar que los tiempos difíciles despiertan la creatividad. Tal y como señala la portal española líder en Economía de Empresa, Entrepreneur, con “una adecuada planificación, los pies en la tierra y haciéndose preguntas correctas, se les puede sacar provecho” a los ajustes que en la economías se producen en tiempos de crisis.
Recuerda que una cualidad valiosa en un contexto adverso es la adaptabilidad. Enfoques de negocios que avizoren los nichos de oportunidad que ofrecen las crisis, y un modelo flexible capaz de adaptarse a los nuevos entornos rápidamente, serán cruciales.
Hay además otros aspectos a considerar y que son muy importantes para iniciar un negocio en contextos económicos difíciles:
1. Evalúa las economías de los distintos países: Las crisis no afectan a todos los países por igual. Hay siempre algunas naciones que logran crecer pese al mal temporal. Por ello, debes procurar que tu emprendimiento sea capaz de establecer un puente hacia los países que mantengan un crecimiento económico. Ten en cuenta que hay economías que dependen más de las exportaciones que otras, allí hay un mercado importante.
2. Valora el marco jurídico y político: Existen países más estables que otros. Analiza en primer lugar tu país de residencia. Si el entorno y las reglas de juego, pese a la crisis, no varían entonces puedes aventurarte a emprender. De cara a otros países, el análisis debe ser el mismo, y apostar por los que tienen entornos jurídicos y políticos más predecibles.
3. Atento con la diversificación: Observa a los países que en tiempos de crisis hacen apuestas por diversificar sus economías. Por ejemplo, en el campo de la infraestructura. Una opción es apuntar justamente tus emprendimientos hacia esos nuevos motores económicos.
4. Adáptate y diversifícate tú también: Una buena idea es estructurar la empresa en unidades de negocio con objetivos, mercados y targets diferentes para mejorar la estabilidad de la facturación del grupo. Esto significa que busques sinergias entre las diversas unidades de negocio para ser más competitivos en una nueva área de negocio a desarrollar.
5. Destina todos los recursos a potenciar el cliente óptimo: Esto significa que debes replantear los esfuerzos comerciales que estés destinando a los clientes que tienen costes asociados más elevados.
6. Planes de contingencia: Se recomienda reservar desde 3 hasta 6 meses de capital de operaciones y salarios cuando se avecine tiempos de recesión.
7. Reducción de costos: Se deben reducir costes innecesarios, ineficiencias y duplicidades a todos los niveles de la organización. Para evitar la falta de liquidez se debe estimular el pronto pago con descuentos, plantear el leasing en vez de la compra y trabajar con freelancer en vez de la contratación.
8. Analiza bien tu inversión en marketing: Se debe enfocar el esfuerzo de marketing hacia las unidades de negocio rentables y dejar para más adelante las estrategias más generalistas.
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