Una iniciativa de H2Olmos busca transformar la agricultura en el Valle Viejo de Olmos. “Olmos Siembra” integra cultivos, ganadería y acceso al mercado en un modelo sostenible e inclusivo. Conoce los detalles del proyecto en esta nota.
La agricultura en el norte del país continúa evolucionando gracias a la innovación y el trabajo conjunto. Esta vez, Concesiones Olmos, en alianza con la empresa AgroLeal y la familia Rázuri León, ha lanzado el proyecto Olmos Siembra, una iniciativa que promete cambiar el panorama agrícola del Valle Viejo de Olmos mediante un modelo de negocio sostenible, inclusivo y con visión de futuro.
El proyecto Olmos Siembra nace como una iniciativa del equipo de H2Olmos, con la idea de seguir potenciando el desarrollo en el valle. Ya existen más de 800 hectáreas de banano orgánico que han sido muy exitosas, pero ahora eligen ir más allá: “promover cultivos con mayor valor agregado que generen más riqueza para los pequeños agricultores”, explica Alfonso Pinillos, gerente general de H2Olmos.
Un “laboratorio agrícola” con cinco cultivos estratégicos
El proyecto ha iniciado con la implementación de una parcela demostrativa de siete hectáreas que funcionará como un laboratorio agrícola real. En este espacio se sembrarán palta, mango, maíz, chala y se desarrollará ganadería caprina, con el objetivo de probar en campo un modelo de cultivo mixto que permita ingresos constantes, mientras se consolidan los cultivos de largo aliento.
“Hemos desarrollado este espacio junto con AgroLeal y con campesinos empresarios de la zona que nos han cedido la tierra para demostrar que sí es posible cultivar productos de alto valor en pequeñas parcelas. Pero lo más importante es que estos cultivos estén integrados a una cadena de valor real”, sostiene Pinillos.
Un modelo complementario que genere ingresos continuos
La primera etapa de Olmos Siembra busca combinar cultivos de rápida rotación con especies permanentes, asegurando un flujo de ingresos constante para los agricultores durante el período de espera de la cosecha principal. La meta es validar un modelo productivo diversificado que pueda ser replicado a mayor escala, manteniendo el enfoque en la sostenibilidad y la inclusión de los pequeños productores.
Como parte de este enfoque integral, Olmos Siembra también contempla el fortalecimiento de la cadena de valor, facilitando que los productos puedan conectarse con mercados más amplios.
“Lo más importante es que estos cultivos estén integrados a una cadena de valor real”, sostiene Pinillos. Esto permitirá, en una etapa posterior, que los agricultores puedan vincularse con empresas agroindustriales o exportadoras, mejorando así la rentabilidad y sostenibilidad de su producción.
Segunda etapa: más valor, más oportunidades
En una segunda fase, Olmos Siembra buscará añadir valor agregado a la producción caprina, mediante el procesamiento de leche y elaboración de quesos artesanales. Esta etapa apunta a fortalecer las economías locales, diversificar ingresos y fomentar el emprendimiento rural.
Además, el proyecto contempla capacitaciones en campo, alianzas con universidades locales y el uso de tecnología agrícola para mejorar la productividad y sostenibilidad del modelo.
El impacto ya se empieza a sentir
Aunque el proyecto está en su fase inicial, ya genera altas expectativas. Se suma al impacto más amplio de las operaciones de H2Olmos en la zona, que han contribuido a que más de 45 000 personas salgan de la pobreza y se generen más de 70 000 empleos formales, según cifras oficiales.
“Este proyecto reconoce el valor de cada persona dentro de la cadena. No solo se trata de sembrar, sino de construir una red de confianza, trabajo conjunto y desarrollo compartido”, concluye Pinillos.