El número de trabajadores informales se incrementó en el país el año pasado. Se estima que, de cada 10 trabajadores, 7 son informales. En el Día Internacional de los Trabajadores analizamos la informalidad y precariedad laboral que viven miles de peruanos y peruanas diariamente.
Cada 1 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, pues ese mismo día en 1886, empezó una huelga para reclamar la jornada laboral de ocho horas en Estados Unidos, la cual terminó con la ejecución de un grupo de sindicalistas conocidos como los “Mártires de Chicago”.
En el Perú, este día se conmemoró recién en 1905, año en que el Gobierno decretó las ocho horas laborales para obreros del Callao; sin embargo, recién entre 1918 y 1919 se realizaron huelgas para reclamar por derechos laborales y mejoras en el salario para todos los trabajadores a nivel nacional.
Si bien durante todo este tiempo las condiciones laborales han ido mejorando y ahora existen políticas laborales que las empresas deben cumplir, la realidad es que, más allá de la norma, en la práctica sigue existiendo precariedad laboral en el país. Esta precariedad, según especialistas, es una puerta de entrada a posibles casos de trabajo forzoso o explotación laboral.
Trabajo precario e informalidad
¿Qué entendemos por trabajo precario? De acuerdo con la OIT, el empleo precario es aquella relación laboral donde falta la seguridad de empleo. Uno de los elementos principales es, por ejemplo, no tener un contrato de trabajo.
En el caso del trabajo informal, se incluye básicamente a todo trabajo que no tiene un contrato formal, carece de protección social, tiene salarios muy bajos (usualmente inferiores a la remuneración mínima vital), hay retraso en los pagos y no se tienen vacaciones ni beneficios.
El INEI informó que entre octubre y diciembre de 2020, un 42.2 % de quienes trabajan en Lima Metropolitana labora en empleos no adecuados, es decir en condiciones de informalidad y precariedad.
Aunque en el 2021 hubo un ligero aumento de población que labora, la mayoría de estos puestos fueron informales. En el 2021 la tasa de empleo informal del país se incrementó y llegó a 76,8 %: es decir, que 7 de cada 10 peruanos pertenecen al sector informal.
A la vez, esta situación afectó más a personas que viven en zonas rurales, donde alcanzó un preocupante 95,3 %. De igual forma, se incrementó en todos los niveles educativos, a excepción de quienes cuentan con educación superior universitaria, sector donde se redujo.
¿Cuál es la relación entre el trabajo forzoso y los empleos vulnerables?
De acuerdo con la OIT, el trabajo forzoso es una de las más graves afectaciones a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, donde un ser humano somete a otro con el fin de explotarlo. Las personas sometidas a trabajo forzoso se ven obligadas a realizarlo bajo la amenaza de una pena cualquiera y sin su consentimiento, afirma la entidad.
Ana Ladera, coordinadora del Centro de Atención Legal y Psicológico de CHS Alternativo, detalla a RPP la relación que existe entre la informalidad y el trabajo forzoso. “Si no acabas la escuela, no tienes posibilidad de trabajar de manera formal. O sea, tienes que optar por la informalidad y eso está vinculado estrechamente al trabajo forzoso o a la explotación laboral”, explica.
En esa línea, Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade, agrega que el trabajo forzoso se suele presentar de manera focalizada y tiene una evolución independiente. “Habría que distinguir trabajo forzoso de trabajo precario y trabajo informal. El forzoso tiene un contexto bien específico donde hay una total ausencia de ley (…) En el informal existe ausencia de protección ante la ley”, señala.
Ante ello, es necesario seguir trabajando desde el sector público y privado no solo en políticas, sino también en acciones concretas que permitan cumplir los derechos laborales de todos los trabajadores, garantizando su bienestar, seguridad, salarios dignos, beneficios, protección social y ambientes laborales óptimos para que puedan desempeñar sus laborales de la mejor manera.
RPP y CHS Alternativo organizan "Paremos el Trabajo Forzoso", una campaña que busca advertir e informar a la población sobre esas actividades que muchas personas realizan en contra de su voluntad y bajo engaños, intimidación o amenazas. Esta iniciativa tiene como fin, además, brindar información sobre cómo prevenir el trabajo forzoso y cómo actuar frente estos casos.
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