Gracias a su perseverancia, Betza Ore superó las barreras de su discapacidad física, logró acceder a dos becas y hoy estudia un doctorado en Chile.
En el Perú, acceder a la universidad sigue siendo un verdadero desafío. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2024 apenas el 12.52 % de la población tenía estudios universitarios. Y para las personas con discapacidad, las barreras son aún mayores: solo el 4 % logra acceder a la educación superior, de acuerdo con el Observatorio Nacional de la Discapacidad.
En este contexto, la historia de Betza Ore se convierte en un símbolo de perseverancia. Nacida en la comunidad de Atocc, en Huancavelica, enfrentó desde niña grandes retos.
A los seis años, un accidente casi le hace perder la pierna derecha. Gracias al sacrificio de su madre, una agricultora quechua que vendió sus animales y su chacra para trasladarla hasta la ciudad de Lima, pudo acceder a mejores tratamientos.
Aunque lograron salvar su pierna, Betza quedó con una secuela permanente: no puede doblar la rodilla derecha, lo que le dificulta subir escaleras y usar el transporte público. Sin embargo, convirtió esa experiencia en una fuente de fortaleza y decidió construir su futuro a través de la educación.

Una vida dedicada al estudio y al cambio social
Desde sus primeros años escolares, su constancia dio frutos. Siempre ocupó los primeros puestos, fue alcaldesa escolar y destacó en concursos académicos. Más adelante, una beca le permitió prepararse en una academia preuniversitaria e ingresar a la universidad para estudiar Ciencias Forestales y del Ambiente. Mientras estudiaba, trabajó medio tiempo y participó en iniciativas ambientales y sociales. Su tesis de pregrado, enfocada en la mitigación del cambio climático a través de los bosques, la llevó a iniciar una trayectoria profesional destacada en instituciones públicas y privadas.
Las becas que cambiaron su futuro
En plena pandemia, Betza postuló y ganó la Beca Generación del Bicentenario del Pronabec, que le permitió estudiar una maestría en Ciencias de la Ingeniería en Chile. Su desempeño fue sobresaliente. Luego, por su perfil destacado como investigadora, obtuvo una nueva beca, esta vez de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile, para estudiar un doctorado en la misma universidad.

Un futuro con propósito
Hoy, Betza Ore no solo continúa su camino académico con un doctorado en Chile: también inspira a otros jóvenes que enfrentan desafíos similares. “Mi sueño es ser una fuente de inspiración y apoyo para otros jóvenes como yo, que vienen de entornos difíciles y quieren superar sus propios límites”, comentó en una nota oficial publicada por el portal del Estado peruano.
Su comunidad la reconoce como un orgullo local, y cada nuevo logro académico no solo celebra su esfuerzo, sino también el valor de la educación como puente hacia un futuro con más oportunidades para todos.
Una oportunidad para más jóvenes peruanos La historia de Betza Ore demuestra lo que se puede lograr cuando la perseverancia se encuentra con el acceso a oportunidades reales. Su recorrido académico inspira y motiva, especialmente en un contexto donde aún persisten grandes brechas en el acceso a la educación superior. Programas como Beca 18 y Beca Generación del Bicentenario, impulsados por el Estado peruano, buscan cerrar esas brechas al ofrecer estudios superiores a jóvenes en situación de pobreza, vulnerabilidad o con discapacidad, así como a profesionales destacados que desean realizar estudios de posgrado en el extranjero.
Actualmente, ambos concursos tienen inscripciones abiertas en concursos.pronabec.gob.pe.
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