A pesar de su éxito en el extranjero, el doctor Fredy Chipa Ccasani, regresa al Perú continuamente para realizar procedimientos gratuitos de ablación cardíaca a compatriotas sin acceso a atención médica especializada.
Actualmente, los consultorios de Cardiología del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de San Borja reciben mensualmente a aproximadamente 800 niños con diversas anomalías cardíacas.
En medio de la creciente necesidad de atención médica y el escaso apoyo con el que cuentan muchos peruanos, el doctor Fredy Chipa Ccasani, cardiólogo electrofisiólogo originario de Abancay y establecido en España, aparece como una fuente de esperanza.
Consciente de la importancia de su labor, este médico divide su tiempo entre tierras españolas y peruanas. Pues, a pesar de su éxito profesional en el extranjero, nunca ha dejado de lado su compromiso con su país natal.
Eso lo lleva a regresar al Perú cada tres meses para ofrecer su ayuda a aquellos que carecen de acceso a atención médica especializada en hospitales como María Auxiliadora y el Hospital del Niño. El doctor Chipa Ccasani realiza, entre otras cosas, procedimientos gratuitos de ablación cardíaca, brindando esperanza a quienes más lo necesitan.
Gracias a su incansable labor, el INSN de San Borja se ha convertido en el centro pediátrico pionero en el Perú en la implementación de un mini Holter Subcutáneo de 2×5 de longitud, una tecnología crucial para detectar y monitorear posibles complicaciones cardíacas en niños, como arritmias y muerte súbita.
Del hogar al corazón: el camino del Dr. Chipa hacia su vocación
La vida del doctor Fredy Chipa Ccasani es un inspirador ejemplo de perseverancia y superación. Nacido en Abancay, en el seno de una familia de escasos recursos, el Dr. Chipa aprendió desde temprana edad el valor del trabajo arduo y la importancia de perseguir los sueños.
“Recuerdo que de pequeño a veces no teníamos un lugar donde dormir o a veces el techo se nos caía encima, pero viví una infancia feliz. Mis padres siempre han hecho todo lo posible para darnos de comer, con lo poco que se podían obtener del trabajo en la chacra”, menciona en una entrevista con Andina.
“Mi madre tenía una pequeña bodega, también iba con una carretilla a vender algunos productos en la calle, ayudé a mi papa a los 14 años cuando manejaba un tráiler. Mi futuro más o menos era ser transportista o algo semejante, pero siempre quise estudiar algo. Hasta hubo un año que dejé el colegio por la situación económica en casa, pero nada me detuvo”, señaló.
A pesar de no haber tenido la oportunidad de cursar estudios universitarios, los padres del Dr. Chipa le transmitieron la importancia del conocimiento y el esfuerzo conjunto para salir adelante como familia. Fredy colaboraba con sus padres en diversas labores para garantizar la subsistencia del hogar. Fue así como, siendo aún joven, decidió trasladarse a Cusco, donde inició sus estudios de medicina y descubrió su pasión por la cardiología.
“Hacía cuidados intensivos, la parte cardiológica me llamaba mucho la atención. Siempre supe que en la parte cardiológica se podía hacer cosas más sofisticadas y en Cusco no había tecnologías, eso me motivó a ir a Lima a trabajar en cardiología”, relata a Andina.
Médico de corazones
Después de completar su residencia en Lima, el Dr. Chipa buscó ampliar sus conocimientos en electrofisiología, un campo aún en desarrollo en el Perú, por lo que decidió viajar a España, donde realizó una maestría y pasantías en el Hospital Sant Joan de Déu y el Hospital Clínic de Barcelona, experiencias que enriquecieron su formación y le brindaron valiosas lecciones.
De regreso en el Perú, asumió el desafío de establecer la unidad de electrofisiología en el Hospital Almenara y el Hospital del Niño.
Después de cuatro años, regresó a Barcelona como adjunto senior en el Hospital Sant Joan de Déu, donde lleva a cabo tratamientos avanzados de cardiología con tecnología de vanguardia, atendiendo a pacientes de toda España y Europa.
En este prestigioso lugar, realiza tratamientos avanzados de cardiología con nueva tecnología, al igual que en el Centro Médico Teknon. Su labor beneficia a pacientes de toda España y Europa.
Aunque actualmente reside y ejerce en Barcelona, el compromiso del Dr. Chipa con el Perú es inquebrantable. A través de sus visitas periódicas, ha logrado cambiar la vida de muchos compatriotas.
Algunos ejemplos destacados de su importancia en el campo médico del Perú son la exitosa intervención en Essalud, donde intervino a un niño cusqueño que sufría de una arritmia cardíaca congénita o la implantación del marcapasos sin cables más pequeño del mundo.
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