Joven peruana reforesta más de 2 mil árboles y es premiada internacionalmente por su labor ambiental

El Perú enfrenta grandes desafíos en inversión científica y conservación ambiental. Según datos del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), apenas el 0.15 % del Producto Bruto Interno (PBI) se destina a ciencia, tecnología e innovación, dejando al país muy por detrás de naciones vecinas como Brasil o Chile, donde la inversión alcanza hasta el 1 %.

Este panorama impacta especialmente en las mujeres científicas, quienes representan solo el 32% de las personas dedicadas a la ciencia en el país, según el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt).

Además, la falta de referentes y oportunidades refuerza las barreras para que más jóvenes elijan carreras en ciencia y tecnología. A esta realidad se suma una creciente crisis ambiental: la deforestación, el uso de agrotóxicos y el cambio climático amenazan no solo los ecosistemas, sino también a especies clave como las abejas nativas, esenciales para la polinización y la vida de los bosques.

En medio de este escenario, Ysabel Calderón Carlos, una joven ingeniera química de Lambayeque, ha destacado por su labor en la restauración de ecosistemas y la conservación de polinizadores como las abejas nativas sin aguijón.

Una misión que nació en casa

Ysabel Calderón creció en el caserío El Higuerón, en Lambayeque, donde desde pequeña observó cómo la tala indiscriminada de árboles afectaba a las abejas nativas, esenciales para la biodiversidad. Tras culminar sus estudios en ingeniería química, decidió regresar a su comunidad para restaurar los ecosistemas devastados.

Así nació Sumak Kawsay, un proyecto que no solo busca la conservación de las abejas nativas sin aguijón, sino que también promueve la reforestación y el agroturismo sostenible. “Las abejas nativas son fundamentales para mantener el equilibrio en nuestros ecosistemas”, comentó Ysabel en entrevista con Andina.

Desde su inicio en 2017, Sumak Kawsay ha logrado reforestar más de 2 000 árboles en el bosque seco montano, incluyendo especies como el algarrobo y el palo santo, vitales para el hábitat de las abejas. Además, Ysabel ha rescatado y preservado tres especies de abejas nativas, una de ellas en peligro de extinción. Estas abejas producen miel con propiedades medicinales y desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas silvestres, asegurando la supervivencia de los ecosistemas.

“El mensaje de las abejas es claro: trabajar en comunidad para cuidar nuestro entorno”, comentó Ysabel para Andina. Su trabajo no solo tiene un impacto ambiental, sino también social, al incluir a mujeres de su comunidad en el manejo de las colmenas y la producción de miel.

Un impacto que trasciende fronteras

En 2024, Ysabel fue reconocida con el prestigioso Premio Midori a la Biodiversidad durante la COP16, celebrada en Cali, Colombia. Este galardón, otorgado por la Fundación Ambiental AEON y la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, destacó su labor en la restauración de bosques y la conservación de abejas nativas, esenciales para la polinización y la biodiversidad.

Gracias a este reconocimiento, Ysabel aseguró financiamiento para continuar expandiendo Sumak Kawsay. Actualmente, el proyecto ha logrado reforestar más de 2 000 árboles, recuperar cuatro especies de abejas nativas y empoderar a mujeres de su comunidad a través de la Ruta de la Miel, un programa de agroturismo que educa sobre la importancia de la conservación.

Un legado para el futuro

Ysabel ha encontrado en el agroturismo una herramienta para educar y concientizar. A través de la Ruta de la Miel, los visitantes pueden conocer de cerca el proceso de producción de miel, aprender sobre la flora y fauna del bosque seco y entender la importancia de las abejas en la sostenibilidad del ecosistema.

De esta manera, busca inspirar a más jóvenes a valorar y proteger los recursos naturales del Perú. “Es necesario que trabajemos junto a las comunidades para valorar nuestros recursos naturales y encontrar soluciones sostenibles”, declaró a Andina. Además, continúa promoviendo la investigación científica aplicada y la educación ambiental para garantizar un impacto duradero en su comunidad y en todo el país.

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