El distanciamiento físico es una medida responsable para protegernos del coronavirus. Sin embargo, no podemos dejar de estimular el aprendizaje de los niños y niñas a través del juego.
Durante los primeros años de vida, y en particular desde el embarazo hasta los 3 años, los niños necesitan una buena nutrición, protección y estimulación para que su cerebro se desarrolle correctamente. De hecho, de acuerdo con Unicef, solo jugar 15 minutos con tu bebé puede desencadenar miles de conexiones neuronales.
Las actividades de estimulación temprana tienen consecuencias significativas en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños, pues cuando los padres interactúan con sus niños y estos responden, están incentivando las conexiones neuronales que son la base de su futuro. No obstante, durante la pandemia el vínculo familiar también se visto afectado por la falta de planificación, la sobrecarga de labores y la incertidumbre que genera la crisis a nivel mundial.
Además, debido a las restricciones de salida para evitar la propagación del coronavirus, los niños y niñas han perdido la oportunidad de interactuar en grupo a través del juego y disfrutar del espacio público. Sin embargo, esto no significa que los menores deban dejar de conocer acerca del mundo que los rodea y que no puedan divertirse, ya que el aprendizaje basado en el juego es esencial para forjar las habilidades que los niños necesitarán más tarde en la vida.
Por esta razón, UNICEF y Fundación LEGO han compartido algunas ideas para que, con el apoyo de los padres, madres y cuidadores, los más pequeños puedan divertirse sin riesgos durante la pandemia:
Bebés de 0 a 9 meses
Ver y nombrar: Señala diferentes cosas que haya en la casa, nombrándolas y describiéndolas al mismo tiempo. “¿Ves el gato? Es un gato anaranjado”. Esto ayudará a desarrollar sus habilidades lingüísticas y a fortalecer el vínculo entre ambos.
Banda de música familiar: Canta con tu bebé y crea instrumentos musicales con objetos que no impliquen riesgo alguno. Por ejemplo, introduce botones o cuentas en un frasco vacío para convertirlo en una maraca y ciérralo muy bien.
La música contribuye al desarrollo sensorial y agarrar instrumentos como una maraca es excelente para las habilidades motrices. Lo más importante es ser creativo y, desde luego, ¡divertirse!
Las partes del cuerpo: Nombra distintas partes del cuerpo de tu bebé, señalándolas, al mismo tiempo, para ayudarle a aprender sus nombres. Por ejemplo, puedes repetir “¿Dónde está la nariz del bebé? ¡Ahí está!” A continuación, también puedes señalar las tuyas para ayudarle a relacionarlas.
Niños de 1 a 2 años
Coche de caja: Es una buena idea usar materiales que tengamos en casa y en este caso, las cajas de cartón nos sirven para imaginar muchos escenarios. Busca una caja vacía y, asegurándote de que no conlleve ningún riesgo, coloca dentro a tu pequeño junto con algunas mantas suaves para que esté cómodo. Luego, tira de la caja mientras imitas ruidos de carros.
Tu bebé se divertirá deslizándose de un lado a otro de la casa en su nuevo coche y si el espacio no es grande, obtendrás el mismo efecto moviendo la caja de un lado a otro y haciendo ruidos los dos juntos.
Dibujo libre: Entrega a tu bebé papel, crayones y déjalo dibujar. Esto le permitirá desplegar su creatividad y disfrutar del juego independiente y creativo. Cuando termine, háblale sobre los diferentes colores que utilizó.
Pasarse la pelota: Toma una pelota suave y hazla rodar hacia tu hijo para que te la devuelva. Este juego es magnífico para generar confianza y enseña al niño que tú respondes a sus acciones. Para que sea aún más entretenido, incorpora otra pelota y háblale a tu hijo sobre la pelota que parezca llamarle más la atención.
Niños de 3 a 4 años
Disfrazarse: Toma varias telas y prendas de vestir y anima a tu pequeño a hacerse un disfraz. Luego, inventen un juego basado en lo que representa el disfraz que hayan creado. ¡Prepárense para la aventura que les espera!
Nombrar el animal: Imita los sonidos de distintos animales y haz que tu hijo adivine de cuáles se trata. Tomen turnos para que tu hijo haga los sonidos y tú tengas que adivinar a qué animales pertenecen.
Esta es una buena oportunidad para que aprenda más sobre los animales que cada uno de ustedes haya elegido. De acuerdo a su edad y sus avances, puedes ir agregando más datos sobre diferentes especies y conversar sobre ello.
Reto infantil: A medida que adquieren más coordinación física, los niños pequeños disfrutan muchísimo con los desafíos físicos. Por ejemplo, puedes preguntarle a tu hijo: “¿Puedes levantar un brazo?” “¿Puedes tocarte los pies con las manos?” Usar los nombres de las partes del cuerpo en este contexto contribuye a su aprendizaje y les permite mostrar lo que son capaces de hacer.
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