La costa central del país espera un movimiento sísmico de gran magnitud desde hace casi 300 años. Conoce aquí cuál es el motivo y qué consecuencias traería para su población.
El Perú es un país altamente sísmico: Así lo demuestran los cerca de 200 sismos de baja intensidad que reporta el Instituto Geofísico del Perú (IGP) año a año. Sumado a esto, la evidencia científica indica que, en cualquier momento, un movimiento telúrico de amplia magnitud se produciría en la costa central peruana, afectando a millones de personas.
Es en esa zona donde la gran mayoría de estos sismos tienen su origen, debido a la fricción producida por las placas de Nazca y Sudamericana al momento de desplazarse una sobre otra.
A lo largo de la historia, el área que comprende a Lima y Callao es la que ha registrado la mayor cantidad de sismos en el país –y tsunamis como consecuencia-, siendo los más destructivos los que tuvieron lugar en los años 1586, 1655, 1687 y 1746.
El silencio de las zonas de acoplamiento sísmico
A partir del registro histórico y espacial de los movimientos telúricos, es posible identificar “zonas de acoplamiento sísmico”. De acuerdo con Hernando Tavera, presidente del IGP, este concepto hace referencia a aquellos sitios “que en el pasado han experimentado la ocurrencia de grandes sismos y que, a la fecha, después de haber transcurrido varias décadas o siglos, aún no se repiten”.
“Si las placas no se desplazan, se asume que están trabadas y, por ende, acumulando deformación que se liberará instantáneamente cuando sobrepase el límite de resistencia. Al saber dónde están las placas trabadas, es posible conocer dónde ocurrirán los próximos sismos”, señala Tavera en relación a aquellos sismos superiores a 7 grados en la escala de magnitud de momento.
Han transcurrido casi tres siglos desde el último gran sismo que se vivió en Lima y Callao. Este escenario hace que las autoridades coincidan en que se espera un movimiento sísmico de valores similares al de 1746, es decir, de grado 9 en escala MM (magnitud momento).
El gran sismo que nos espera
El movimiento telúrico que enfrentarían Lima y Callao liberaría una fuerte cantidad de energía. En el caso de los suelos de Lima Metropolitana, se alcanzarían niveles de sacudimiento de 500 cm/s 2, una oscilación cercana a la vivida 276 años atrás. Para el Callao, se estiman valores de hasta 900 cm/s2 desde Ventanilla hasta la zona portuaria.
Para comprender la violencia del movimiento que se anticipa, podemos basarnos en ejemplos cercanos. El sismo de Pisco en 2007 demandó niveles de aceleración de 400 cm/s 2 en la ciudad de Ica y de 80 cm/s 2 en Lima, es decir, entre 6 y 11 veces menos del movimiento telúrico que se desencadenaría en la costa central peruana en cualquier instante, según Tavera.
Por su parte, durante el sismo de 2010 en Santiago de Chile, se registraron nivel de sacudimiento del suelo de hasta 900 cm/s 2, similar a lo que se espera que suceda en el Callao. En este escenario, el IGP prevé que serían afectados 14 millones de personas y hasta 4 millones de viviendas en todo el país.
Si bien Tavera recalca que este cálculo no detalla el tipo o la gravedad de los daños, es válido para desplegar una serie de acciones a nivel institucional, comunitario y familiar que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los peruanos ante este eventual sismo.
Hoy, lunes 15 de agosto, se conmemoran los 15 años desde que ocurrió el terremoto de Pisco de una magnitud de 8.0 dejando casi 600 fallecidos y más de 400 mil personas damnificadas. Como conmemoración a las víctimas de este desastre, se realizará el Simulacro Nacional Multipeligro a las 3:00 p.m., en el que todos y todas deberíamos participar para identificar las zonas seguras, rutas de evacuación y una debida reacción que no nos ponga en peligro.
RPP y Pacífico Seguros presentan la tercera etapa de la campaña Comunidad Segura, orientada a informar al público sobre cómo prepararse a nivel familiar y comunitario ante la ocurrencia de un sismo de gran magnitud. Conoce más haciendo clic aquí.
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