La Agencia Espacial Europea aún no ha podido encontrar la sonda espacial que buscaba explorar la superficie de Marte.
(Agencia N+1 / Hans Huerto). El desprendimiento prematuro del paracaídas de la sonda Schiaparelli, cuya misión era llegar a la superficie marciana, sería la causa de que la Agencia Espacial Europea (ESA) perdiera contacto con el aparato robótico. Hasta el momento, la sonda, designada para recoger datos del suelo del planeta rojo e indicios sobre la posibilidad de vida en ese contexto, aún no ha sido encontrada por el centro de operaciones de la ESA, en Darmstadt, Alemania, y los temores sobre su eventual pérdida crecen con el paso de las horas.
El contacto con la Schiaparelli se perdió un minuto antes de que hiciera contacto con la superficie. Hasta antes de ello, y durante todo su descenso, pudo enviar datos de telemetría que indican que el paracaídas se desechó demasiado pronto.
Los retrocohetes de propulsión que se suponía debía utilizar ya en el suelo para colocarse en un punto muerto al parecer funcionaron por un muy corto tiempo: entre 3 y 4, en vez de los 30 programados.
Continuarán la búsqueda. Los expertos continuarán analizando los datos recuperados e intentando contactar a Schiaparelli con la esperanza de que no se haya estrellado contra la superficie marciana y haya quedado destruido. A la búsqueda de la sonda se ha venido sumando un satélite estadounidense, que registrará imágenes de la zona a la que Schiaparelli debía llegar. Sin embargo, las chances de detectar el equipo son mínimas, por lo reducido de sus dimensiones (tiene 2,4 m de diámetro y 1,65 m de altura).
Los datos que Schiaparelli logró transmitir a su "nave nodriza" —la ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO)— indican que la sonda ingresó adecuadamente a la atmósfera de Marte, a 21.000 km por hora. No obstante, según dijo Andrea Accomazzo, jefe de operaciones de misiones planetarias de la ESA, a la BBC, no se ha podido entender aún bajo qué lógica el paracaídas fue desechado prematuramente.
Teorías sobre la pérdida. Lo más probable para varios científicos en la base de ESA, de acuerdo con la agencia británica, es que la sonda inició una caída libre a uno o dos kilómetros de altura sobre suelo marciano, por lo que, presumen, se estrelló a gran velocidad. No obstante, la ESA aún debe analizar al detalle la información de velocidad enviada por la sonda para saber a ciencia cierta qué ha ocurrido con el aparato y declararlo como perdido.
De ser el caso, sería el segundo intento fallido de la agencia europea en llegar con una sonda a Marte, desde el fracaso de Beagle-2 en 2003. Sin embargo, el director de la agencia, Jan Woerner, insiste en que la misión viene siendo exitosa por los aportes sobre la atmósfera marciana que aportará la TGO, que ha logrado posicionarse con éxito en órbita alrededor de Marte, durante los próximos siete años. Además, señala, esa información junto a la que pudo enviar la Schiaparelli antes de perderse prepararán el camino para el envío de un rover de seis ruedas que la ESA planea lanzar a Marte en el 2021.
No obstante, esa misión aún no cuenta con el financiamiento por 300 millones de euros, necesarios para el desarrollo del vehículo. Los fondos para ello podrían retenerse en el caso de que los representantes de los países europeos integrantes de la ESA consideren que no vale la pena invertir en un nuevo eventual fracaso.
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