La empresa espacial Boeing y la NASA están retrasando el lanzamiento de la cápsula Starliner por un problema en las válvulas.
Luego de que el vuelo de la cápsula Starliner se suspendiera por problemas técnicos, la compañía Boeing ha estado trabajando para encontrar la falla.
Ahora, la NASA y Boeing están proporcionando una actualización sobre la situación de la nave espacial, confirmando que recién podrá despegar en la mitad del 2022.
El lanzamiento abortado fue parte de un vuelo de prueba sin tripulación, denominado Orbital Flight Test-2 (OFT-2), similar a las misiones Crew Dragon de SpaceX.
Desde que se halló el problema, Boeing no había podido identificar la raíz de por qué 13 de las 24 válvulas en el sistema de propulsión permanecieron atascadas.
Válvulas corroídas
Se quitaron dos válvulas de la nave y se enviaron al Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, donde serán desmontadas y examinadas para una mayor investigación, dijo Michelle Parker, ingeniera en jefe de espacio y lanzamiento de Boeing.
En última instancia, Boeing cree que parte del oxidante dentro de las válvulas escapó, lo que provocó una obstrucción en el control de movimiento.
Las válvulas están selladas con teflón y a veces el oxidante puede atravesar dicho material; se escoge el teflón porque otros materiales no son compatibles. La teoría es que el oxidante escapó y se mezcló con la humedad del ambiente provocando corrosión en las válvulas.
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