La cantidad y el tamaño de los cráteres que salpican los asteroides como Ryugu se pueden emplear en estudios posteriores para determinar la edad y las propiedades de las superficies de los astros.
Una 'bala de cañón de cobre' del tamaño de una pelota de tenis, que la nave japonesa Hayabusa 2 lanzó en el asteroide Ryugu y creó un cráter en su superficie, ha logrado su objetivo de calcular la edad y analizar la composición de esta roca espacial.
El impacto producido por el Small Carry-on Impactor (SCI) del 'Hayabusa2' abrió un agujero de casi 10 metros de ancho en la superficie de Ryugu, un asteroide cercano que orbita entre la Tierra y Marte. El resultado fue la creación de un cráter artificial y una columna de material expulsado que fue capturado en detalle por las cámaras de la nave espacial.
El análisis del este experimento, realizado en la Universidad de Kobe y publicado en Science, sugiere que la superficie de Ryugu tiene unos 8,9 millones de años, mientras que otros modelos sugieren que la superficie del asteroide podría tener hasta unos 158 millones de años. Con todo, mientras Ryugu está hecho de materiales de hasta 4.600 millones de años, el asteroide podría haberse fusionado con los restos de otros asteroides rotos hace solo unos 10 millones de años, dijo Masahiko Arakawa, investigador principal. Además, sugieren que la superficie del astro está compuesta de un material sin cohesión, similar a la arena suelta.
La cantidad y el tamaño de los cráteres que salpican los asteroides como Ryugu se pueden emplear en estudios posteriores para determinar la edad y las propiedades de las superficies de los asteroides. Sin embargo, estos estudios requieren una comprensión general de la naturaleza de la formación de estos cráteres -las leyes de escala del cráter-, que a menudo se deriva de experimentos de laboratorio o simulaciones numéricas.
Arakawa y sus colegas emplean observaciones del experimento de impacto del SCI para probar las leyes de escala del cráter y caracterizar la superficie de Ruygu. Describen el cráter de impacto artificial como semicircular con un borde elevado, un agujero central y un patrón asimétrico de eyección, debido tal vez a la presencia de una gran roca enterrada cerca del punto del impacto.
Los resultados sugieren que el cráter creció en el régimen dominado por la gravedad, donde el tamaño del cráter está limitado por el campo gravitacional local, un hallazgo que, de acuerdo con los autores, tiene implicaciones para las estimaciones de la edad superficial de los asteroides de pila de escombros.
Europa Press
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