Buscar
Reproduciendo
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Informes RPP
Martín Vizcarra y el juicio que podría llevarlo a la cárcel
EP 1249 • 05:11
Entrevistas ADN
Especialista sostiene que hay subregistro en el número de homicidios en Perú
EP 1788 • 11:13
Reflexiones del evangelio
Domingo 9 de febrero | "Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían"
EP 875 • 12:13

El asteroide 2024 YR4 podría chocar contra el planeta Tierra y desencadenar un invierno y una sequía mundiales

Esta imagen proporcionada por la NASA el 31 de enero de 2025 muestra el asteroide 2024 YR4 observado por el telescopio Magdalena Ridge de 2,4 m en el Instituto de Tecnología de Nuevo México.
Esta imagen proporcionada por la NASA el 31 de enero de 2025 muestra el asteroide 2024 YR4 observado por el telescopio Magdalena Ridge de 2,4 m en el Instituto de Tecnología de Nuevo México. | Fuente: AFP

El telescopio espacial James Webb medirá a partir de finales de abril el recorrido del asteroide 2024 YR4, que podría chocar con la Tierra en diciembre de 2032.

Todas las noticias en tu celular
¡Únete aquí a nuestro canal de WhatsApp!

El impacto contra la Tierra de un asteroide de tamaño medio, unos 500 metros de diámetro, podría causar daños considerables, reduciendo la temperatura en 4 grados centígrados, las precipitaciones un 15 % y desencadenando un invierno global.

En una semana en la que el asteroide 2024 YR4, de entre 40 y 90 metros de diámetro, ha acaparado la atención de los medios ante la posibilidad, del 1,5 %, de chocar contra nuestro planeta en 2032, la revista Science Advances publica un estudio en el que se modelan los posibles efectos de un cuerpo mucho mayor.

Un equipo dirigido por el Centro de Física del Clima, del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) tomó como modelo para el estudio al asteroide Bennu.

Ese objeto podría causar daños considerables si chocara con la Tierra en 2182, aunque la probabilidad estimada es de 1 entre 2.700 (como lanzar una moneda 11 veces seguidas con el mismo resultado).

El estudio considera inyecciones de polvo de entre 100 y 400 millones de toneladas a la atmósfera, con las que las simulaciones muestran alteraciones drásticas en el clima, la química atmosférica y la fotosíntesis global en los 3 o 4 años siguientes al impacto.

El peor de los escenarios contempla que hasta 400 millones de toneladas de polvo llegaran a la atmósfera, además de aerosoles, escombros y cenizas, lo que produciría un oscurecimiento solar.

El resultado sería un enfriamiento global de la superficie de hasta 4 grados, una reducción de las precipitaciones medias globales del 15 % y un grave agotamiento del ozono de alrededor del 32 %, desencadenando un invierno global y caídas extremas de la productividad primaria neta.

¿Un ‘invierno de impacto’?

Un ‘invierno de impacto’ causado por el polvo persistente podría afectar gravemente a la fotosíntesis global; la productividad primaria neta terrestre podría desplomarse hasta un 36 % y la marina hasta un 25 %. Regionalmente, estos impactos podrían ser mucho más pronunciados.

Ese invierno abrupto proporcionaría unas condiciones climáticas desfavorables para el crecimiento de las plantas, lo que provocaría una reducción inicial del 20-30 % de la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres y marinos, lo que probablemente causaría trastornos masivos en la seguridad alimentaria mundial.

Los datos de los modelos, sin embargo, apuntan que el crecimiento del plancton mostraba un comportamiento completamente distinto, pues se recuperaba en solo seis meses e incluso aumentaba después hasta niveles que ni siquiera se veían en condiciones climáticas normales.

Dependiendo del contenido en hierro del asteroide y del material terrestre, que es expulsado a la estratosfera, las regiones que de otro modo estarían desprovistas de nutrientes podrían enriquecerse con hierro biodisponible, lo que a su vez desencadenaría una proliferación de algas sin precedentes.

Si el asteroide produjera polvo especialmente rico en hierro, las diatomeas (un tipo de alga) podrían florecer en el Pacífico ecuatorial oriental y en el océano Antártico durante los tres años siguientes.

Los autores señalan que estos resultados no tienen en cuenta los efectos adicionales de las emisiones de hollín y azufre de los incendios forestales.

Los impactos de objetos se han producido muchas veces en la historia de la Tierra y el último gran asteroide conocido fue el que creó el cráter de Chicxulub, al noroeste de México, y acabó con los dinosaurios.

Aquel asteroide que colisionó con la Tierra hace 66 millones de años tenía unos diez kilómetros de diámetro, frente a los 500 metros de Bennu, el usado para esta simulación.

El asteroide Bennu es, junto a otro llamado Ryugu, los dos únicos de los que sendas misiones espaciales han traído a la Tierra muestras para su estudio.

La misión Osiris-Rex de la Nasa depositó en nuestro planeta unos 120 gramos de material, aproximadamente el peso de una pastilla de jabón, procedentes de Bennu y que están generando muchos estudios científicos.

El más reciente, de finales de enero, indicó que restos de antigua salmuera descubiertos en el asteroide contienen minerales cruciales para la vida en la Tierra, además de compuestos nunca antes observados en muestras de un cuerpo de este tipo.

El telescopio espacial James Webb seguirá al asteroide

El telescopio espacial James Webb medirá a partir de finales de abril el recorrido del asteroide 2024 YR4, que podría chocar con la Tierra en diciembre de 2032, explicó en Viena el jefe de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), Richard Moissl.

El asteroide fue descubierto el pasado 27 de diciembre desde el observatorio ATLAS en Chile y actualmente existe un posibilidad del 2,2 % de que colisione en la Tierra, por lo que el 'Grupo Asesor de Misiones Espaciales' (SMPAG, en sus siglas en inglés), que forma parte de la ONU, ha comenzado a vigilar su recorrido.

La posibilidad de que era de un 1,2 %, lo que aumentó el último jueves a lo largo del día a un 1,9 % y luego incluso hasta un 2,2 %, "aunque es una cifra que va a cambiar cada día", precisó el experto en declaraciones a EFE.

Se trata del primer asteroide en estar en nivel 3 de la llamada 'escala Torino', lo que implica que este objeto tiene más de un 1 % de posibilidades de impactar en la Tierra y mide entre 40 y 90 metros de diámetro.

Por ahora, el asteroide se puede ver desde los observatorios terrestres, pero a partir de finales de abril dejará de ser visible desde la Tierra y se deberán utilizar otros telescopios de mayor precisión.

Por eso, se harán mediciones con el telescopio espacial James Webb, "el más potente del momento", según explicó Moissl al margen de una reunión de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), con sede en la capital austríaca.

Te recomendamos

Espacio Vital

¿Se le puede negar un medicamento a una persona con cáncer avanzado?

El doctor Elmer Huerta nos explica qué sucede cuando se le niega un medicamento a una persona con cáncer avanzado.

Espacio Vital
00:00 · 00:00
Tags

Lo último en Más Ciencia

Lo más leído

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA