Aproximadamente 20 empleados de la división de dispositivos neurológicos de la FDA fueron despedidos, generando inquietud sobre la supervisión de ensayos clínicos.
La supervisión regulatoria de Neuralink, la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, ha sido debilitada tras el despido masivo de empleados clave de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, según revelaron fuentes cercanas al proceso.
De acuerdo con un reporte exclusivo de Reuters, aproximadamente 20 funcionarios de la oficina de dispositivos neurológicos y de medicina física de la FDA fueron despedidos durante el fin de semana pasado, como parte de una purga más amplia en la fuerza laboral federal.
Entre los afectados se encuentran varios revisores directamente involucrados en la supervisión de los ensayos clínicos de Neuralink y otras empresas desarrolladoras de interfaces cerebro-computadora.
Preocupaciones por recortes en personal que supervisa ensayos médicos
Las destituciones han generado preocupación entre expertos y ex funcionarios de la FDA sobre la capacidad de la agencia para garantizar la seguridad de los participantes en los ensayos clínicos actuales. Victor Krauthamer, quien fungió como director interino de la oficina que revisa las solicitudes de ensayos en humanos para implantes cerebrales, expresó su inquietud: "Es intimidante para los profesionales de la FDA que supervisan el ensayo de Neuralink. Deberíamos estar preocupados por todo el ensayo y la protección de las personas que participan en él", indicó a Reuters.
El momento de los despidos resulta particularmente delicado, ya que Neuralink se encuentra actualmente probando su dispositivo en un pequeño grupo de pacientes con parálisis, quienes utilizan el implante para controlar dispositivos digitales mediante el pensamiento.
Además, la empresa está desarrollando un implante destinado a restaurar la visión, proyecto que recibió una designación especial de la FDA el año pasado para acelerar su desarrollo y revisión federal.
Las fuentes consultadas, que pidieron mantener el anonimato por temor a represalias profesionales, señalaron que los despidos afectaron principalmente a empleados en período de prueba, quienes típicamente tienen menos de uno o dos años de servicio y gozan de menor protección legal. Las cartas de despido citaron razones de desempeño, a pesar de que los empleados no tenían problemas previos y habían recibido calificaciones sobresalientes semanas antes.
El contexto político añade una capa adicional de complejidad a la situación. Elon Musk, quien invirtió más de $250 millones en la campaña de reelección de Donald Trump, lidera actualmente un amplio esfuerzo para reducir el gasto gubernamental, incluyendo recortes en agencias que regulan sus empresas, como Tesla y SpaceX. Sin embargo, las fuentes consultadas indicaron que no creen que los empleados hayan sido específicamente seleccionados debido a su trabajo en las aplicaciones de Neuralink.
La Casa Blanca, a través de su portavoz Kush Desai, aseguró que la administración Trump "cumplirá con las leyes de ética", y señaló que Musk se excusará de cualquier conflicto de interés entre sus diversos intereses comerciales y sus esfuerzos por reducir costos para el gobierno federal.
Los supervisores de los empleados despedidos no fueron consultados antes de los despidos masivos y se enteraron a través de sus subordinados, lo que ha generado preocupación adicional sobre el proceso y la transparencia de las decisiones tomadas.
Esta situación plantea interrogantes significativas sobre el futuro de la supervisión regulatoria de dispositivos médicos innovadores y la capacidad de la FDA para mantener sus estándares de seguridad y eficacia en medio de recortes presupuestarios y de personal.
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