Médicos encontraron una lombriz solitaria alojada en el cerebro de un joven de 26 años, que estuvo cerca de matarlo.
Un joven residente en California, Estados Unidos, vivió momentos muy tensos al enterarse de un inesperado diagnostico clínico. Luis Ortiz, de 26 años, se quejaba de contantes migrañas que lo terminaron llevando de emergencia al hospital, donde le dijeron que solo le quedaban unos 30 minutos de vida.
Luego de unos estudios, los médicos le informaron que debía permanecer internado y que sería intervenido de urgencia en el cerebro debido a que tenía una lombriz en su cerebro. Este gusano había crecido dentro de un quiste que estaba cortando la circulación y el flujo de agua al resto de su cerebro. La vida de Luis Ortiz corría peligro.
Los médicos procedieron a sustraer la extraña larva de su cabeza en medio de una complicada operación. "El doctor lo sacó y dijo que todavía se estaba moviendo y pensé que eso no sonaba muy bien", señaló Ortiz, en declaraciones que recoge el portal BBC.
Tras ser operado en el mes de agosto, Ortiz fue dado de alta, aunque su recuperación ha sido muy difícil, ya que ha perdido parte de la memoria. "Estoy muy agradecido de estar con vida porque, de haber esperado un poco más, probablemente no estaría ahora aquí", le dijo a la cadena de televisión CBS.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés), los quistes de larva en el cerebro -conocido como neurocisticercosis- se originan después de que la persona ingiere huevos microscópicos que pasan en las heces de una persona que ha tenido lombriz solitaria. Se estima que aproximadamente 1.000 personas al año son hospitalizadas por este mal.
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