El ahorro es fundamental para que lograr los objetivos que nos tracemos, como la compra de una vivienda o un bien deseado, el pago de una maestría o una jubilación tranquila. En un contexto de crisis como el que vivimos por la pandemia de la COVID-19 el ahorro ha cobrado una mayor importancia para las personas, sobre todo si consideramos el aumento en los niveles de desempleo. Sin embargo, hay muchas inexactitudes sobre qué es lo que implica este hábito que vale la pena aclarar.
- Lo primero que debemos saber es que el ahorro involucra dejar de consumir hoy para hacerlo en el futuro y eso no resulta ser natural para nosotros. Justamente la satisfacción que percibimos por consumir hoy es una de las principales barreras para dejar de gastar. Pero, recordemos que los ahorros son como los seguros: es preferible tenerlos y no necesitarlos que no tenerlos y necesitarlos.
- Ahorrar involucra necesariamente ser responsables y saber controlar nuestros gastos, de tal manera que cada mes podamos lograr un exceso de efectivo que se destine a guardarlo (independientemente de la alternativa financiera elegida para depositar el dinero). Se recomienda que un 10 %-20 % de nuestros ingresos se deban ahorrar. Sin embargo, este porcentaje no debe ser tan bajo que no permita ver resultados, ni tampoco tan alto que descuidemos necesidades básicas personales y/o familiares.
- Suponiendo que hemos hecho un presupuesto y determinado la cantidad mensual a ahorrar, es necesario identificar dónde y en qué instrumentos vamos a invertir. Son justamente estos temas los que vamos a tocar en las próximas entregas. Sin embargo, distintas formas de ahorro van a tener distintas características, así como aspectos positivos y negativos. Es por ello que debemos conocer las alternativas disponibles y tomar la mejor decisión posible según nuestros objetivos y situación particular.
- Para ahorrar es recomendable abrir una cuenta de ahorros en un banco, caja o financiera. Esta cuenta se recomienda que sea solo dedicada al ahorro y que se abone dinero en ella al final de cada mes o quincena. Las cosas se hacen bastante sencillas si ahorramos en el mismo lugar en el que generalmente percibimos nuestros ingresos, pues por lo general va a ser fácil, barato y práctico transferir dinero entre las cuentas. Lamentablemente, una cuenta de ahorros no paga mucho interés, por lo que si solo se deposita en ésta, nuestro dinero no crecerá mucho en el tiempo. Veremos más adelante que las ganancias por intereses son tan importantes como la cantidad que ahorramos.
Existen dos factores claves en el momento de ahorrar: la tasa de interés o rendimiento y el tiempo de ahorro. El efecto combinado de estos dos es lo que realmente va a hacer crecer nuestros ahorros. En el mundo ideal, deberíamos ahorrar a largo plazo con una tasa atractiva de rendimiento; pero, a veces no tenemos horizontes tan largos y, generalmente, a mayor tasa de interés también van a aparecer riesgos que podrían hacer que nuestros ahorros no crezcan sostenidamente siempre. Entonces necesitamos conocer la relación rendimiento/riesgo de las distintas alternativas, así como los costos de invertir en ellas. Ahondaremos en este tema con mayor detalle en las siguientes entregas.
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